Dos lucas

Por Ariel Robert Ha circulado por todos los medios y ojalá circule manteniendo su valor. Nos referimos al nuevo billete. Denominación de dos mil pesos. O sea, 34 de estos papeles completan el salario mínimo vital y móvil. Billetera mata pájaro La última vez que apareció un billete fue el 30 de noviembre de 2017,… Continúa leyendo Dos lucas

Por Ariel Robert

Ha circulado por todos los medios y ojalá circule manteniendo su valor. Nos referimos al nuevo billete. Denominación de dos mil pesos. O sea, 34 de estos papeles completan el salario mínimo vital y móvil.

Billetera mata pájaro
La última vez que apareció un billete fue el 30 de noviembre de 2017, durante la presidencia de Federico Sturzenegger en el Banco Central. El billete anaranjado lleva por ilustración un hornero.

Algunos memoriosos de la política mendocina recuerdan que «hornero» es como llamaban a José Octavio Bordón en la campaña para la gobernación en 1987. El por entonces peronista Bordón había prometido 100 mil soluciones habitacionales, lo que motivó a sus adversarios compararlo con este pájaro autóctono porque hacía casas «con el pico». Pero ni Bordón fue el único que voló desde el peronismo hasta el nido del pro, ni tampoco el último prometedor insaciable

El zoológico numismático.
Como una chanza más del destino, aquél billete de mil pesos se presentó en una escuela en Lobos, el partido donde nació y donde se encuentra el museo Juan Domingo Perón.
Durante la gestión Macri, también aparecieron otros personajes de la fauna doméstica en reemplazo de próceres sobre los billetes. Yaguareté para el de 500, ballena para el de 200 y hasta un guanaco desplazó a Rosas del de 20 pesos.

 

Mejor que cumplir es prometer.
Al finalizar el primer año de circulación de ese billete, el de mil, aquello que se resolvía fácilmente -la inflación- alcanzó el 47,65%, Categórico. Eso sí, en el 2019 la inflación fue del 53,83% casi la mitad de la que padecemos hoy. No queremos imaginar de cuánto hubiese sido si hubiese reconocido que es un trastorno casi indómito, y más con ese fetiche argentino llamado dólar.

 

Cuánto valor
El flamante billete de dos mil pesos, aunque difícilmente recupere la confiabilidad que debería tener nuestra moneda, sí rescata a dos figuras de la Argentina que son motivo de orgullo y no por su condición natural, ni porque respondan a cánones tan de moda y actuales como podrían ser Messi y Scaloni, a quienes nadie rechazaría. Bueno, en realidad aunque no sirva para hacerse rico, nadie en su sano juicio rechazaría dos mil mangos ¿no?

La primera y el primero
Los rostros que ilustran el billete de dos mil pesos pertenecen a dos figuras vinculadas a la medicina y a la sociedad, de enorme relieve. Cecilia Grierson y Ramón Carrillo. Ella, primera médica recibida en la Universidad de Buenos Aires. ‘El, primer Ministro de Salud de la Argentina.

Mujer, médica.
Nacida en 1859, fue la primera médica de la Argentina. El 2 de julio de 1889 recibió su título y no le fue fácil ejercer para lo que había estudiado, era mujer. Mujer que se implicó fuertemente en la lucha para conseguir derechos. Cecilia Grierson fundó la Escuela de Enfermeras, la Asociación Médica Argentina, la Sociedad Argentina de Primeros Auxilios y la Asociación Obstétrica Nacional de Parteras.
Una carrera muy vasta e interesante y una conducta pedagógica tan gravitante como su labor médica. Falleció en Córdoba, en la localidad de Los Cocos, sin recursos económicos acorde a su desempeño. Esa, su residencia, prefirió donarla para que ahí funcione el Consejo Nacional de Educación

Un médico por allá
Ramón Carrillo nació en Santiago del Estero en 1906. Fue el poeta Homero Manzi quien lo sedujo para integrarse a F.O.R.J.A. El neurólogo y neurocirujano fue convocado por el presidente Perón para diseñar una política sanitaria en todo el territorio nacional, y contemplando a todas las personas de buena voluntad que eligieron o nacieron acá. Carrillo se había post graduado en Alemania. Su concepción integral, hoy diríamos «holística social» impulsó la creación del primer Ministerio de Salud del sur del continente. Sus contribuciones las gozamos hoy, a pesar de quienes conspiran contra la salud social.

Con la política se cura.
La robustez del sistema sanitario de la Argentina, en gran medida, obedece a estas dos personalidades de nuestro país. Hoy estarán en el nuevo billete. Ojalá sus rostros inspiren para un futuro con mayor estabilidad, más confianza y a favor de una conducta política menos mezquina, en definitiva, más sana

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