Unidos o sometidos. Independencia, soberanía y justicia : pendientes

En Argentina debutaba el mes julio de 1974 con una noticia previsible y desesperante, a la vez. Fallecía el Líder y tres veces Presidente democrático Juan Domingo Perón, con el rango militar de Teniente General. Volver con la frente arrugada pero en alto Luego de 18 años en el exilio, en noviembre de 1972, había… Continúa leyendo Unidos o sometidos. Independencia, soberanía y justicia : pendientes

En Argentina debutaba el mes julio de 1974 con una noticia previsible y desesperante, a la vez. Fallecía el Líder y tres veces Presidente democrático Juan Domingo Perón, con el rango militar de Teniente General.

Volver con la frente arrugada pero en alto
Luego de 18 años en el exilio, en noviembre de 1972, había regresado a la Argentina, su aspiración diaria después del derrocamiento sufrido en 1955 a manos de desleales, insurrectos y criminales compatriotas y camaradas.

El hombre de Lobos
Había nacido en Lobos, el 8 de octubre de 1895. vivió en Río Gallegos (para quienes gustan de coser la historia a la libre ocurrencia) y regresó a Buenos Aires para estudiar. Fue docente de varias disciplinas y representante de Argentina en Chile y Europa

El deterioro precipitado de la salud
El certificado de los médicos Jorge Taiana, Pedro Cossio, Pedro Eladio Vázquez y Domingo Liotta, explicitaba:
?El señor teniente general Juan Domingo Perón ha padecido una cardiopatía isquémica crónica con insuficiencia cardíaca, episodios de disritmia cardíaca e insuficiencia renal crónica, estabilizadas con el tratamiento médico. En los recientes días sufrió agravación de las anteriores enfermedades como consecuencia de una broncopatía infecciosa. El día 1º de julio, a las 10.25, se produjo un paro cardíaco del que se logró reanimarlo, para luego repetirse el paro sin obtener éxito todos los medios de reanimación de que actualmente la medicina dispone. El teniente general Juan Domingo Perón falleció a las 13.15?.

La democracia es con todos (y todas) o no es democracia
El hombre que posibilitó la incorporación de la clase trabajadora y de todos los sectores más postergados a la democracia, había dejado de existir en ese triste e inolvidable lunes.

Por goleada
Apenas un año antes, como candidato y ya sin la proscripción de casi dos décadas, Perón arrasaba en las urnas. La fórmula Perón-Perón del Frente Justicialista de Liberación, alcanzó el 61,85% de los votos. El Frejuli estaba integrado por el Partido Justicialisa, el Frente de Izquierda Popular (de Jorge Abelardo Ramos), el Partido Conservador Popular y el Movimiento de Integración y Desarrollo. El segundo binomio más votado consiguió el 24,42%, fórmula de la Unión Cívica Radical conformada por Ricardo Balbín como candidato a Presidente y Fernando de la Rúa, como vicepresidente. Muy atrás, el marino oriundo de Mendoza, Francisco «Paco» Manrique con algo más del 12%

Muchos más libros que alpargatas
La cantidad de material historiográfico, anecdótico, ensayístico, ficcional y periodístico sobre Perón y el peronismo, nos exime de agregar mucho más a esta mínima conmemoración.

Autor material e intelectual
Los textos escritos por el propio Juan Perón, sin dudas, ofrecen una mirada sobre la política, la economía, la filosofía, las relaciones internacionales tan vasta y rica que es un desafío elegir sólo unas pocas. Sí coincidiremos que tres obras son fundamentales: «Conducción Política», «La Comunidad Organizada» y «Tercera Posición y Unidad Latinoamericana».

Juicios, prejuicios, prohibiciones, fantasías
Sobre la persona y el personaje «más amado y odiado» de la política argentina también se han publicado innumerables artículos y textos que corresponden a distintos géneros, algunos de los cuales se podrían encuadrar en el inexistente «emocional», pues cada cual lo describe según su propia experiencia , vivencia y relación. Muy recomendable es uno reciente: «Conocer a Perón», editado por Planeta y escrito por Juan Manuel Abal Medina, en el que aborda el período en el que él fue designado por Perón como Secretario del Movimiento Peronista.

«Este viejo adversario despide a un amigo»
Esa frase que fue el final del discurso de su rival, Ricardo Balbín, ante el cadáver del Presidente, resume también el frustrado propósito de Perón en su retorno de consagrar una fórmula que uniese a los argentinos. Peronistas y radicales. Perón Balbín. Según testimonio de ambos, y también confirmado por quienes participaron del encuentro en noviembre de 1972, fue el «Chino» Balbín quien desistió de esa posibilidad a propósito de la presión interna del radicalismo, y especialmente por la oposición ejercida por un entonces joven Raúl Ricardo Alfonsín.

Las banderas y las verdades
Ingenioso como pocos, instruido como nadie, Perón conseguía popularizar sentencias filosóficas y pensamientos célebres, pero también interpretar y sintetizar lo que la sociedad y la República Argentina necesitaban de la cosa política.
Desde la aristotélica «La única verdad es la realidad», hasta la conceptualización en dos líneas y tres banderas de lo que el peronismo tenía como objetivo: Independencia económica, soberanía política y justicia social.

El siglo XXI y en el tres mil, también
Una característica que suelen tener los líderes sociales y políticas es advertir sobre lo que puede depararnos el futuro, más allá del alineamiento de los astros y la suerte, si no se actúa con inteligencia y precaución. Decía que a los argentinos el 2000 (año) nos encontraría unidos o sometidos. Pues parece que elegimos o acaso involuntariamente, la segunda opción, pero para no abatirnos, también Perón sostenía que la historia no era una sucesión inmodificable de sucesos sino una construcción colectiva.

Lejos de la perfección pero inmortal
Perón, como cualquiera de los hombres y pro hombres que pensaron la nación, que construyeron y lideraron procesos, cuenta en su haber con pecados y errores importantes, pero en el balance, la columna de la Historia le reserva un saldo inconmensurable. Tan fuerte e indeleble su huella que a 49 años de su muerte y a pesar de la prohibición hasta de mencionarlo durante 18 años, tanto desde el exilio como desde su desaparición física, es el inspirador más potente para hacer política y para seguir elaborando ideas de participación y compromiso con nuestro País, con nuestra Patria.

Discretas recordaciones
Aunque este primero de julio no haya grandes actos ni conmemoraciones, la presencia de Perón es inevitable. La transformación de un país de economía primarizada a uno industrial y hacedor de valor agregado, ahí podemos encontrar a Perón. En la inclusión de mujeres en la vida política, votando y ocupando lugares gravitantes, ahí podrán encontrarlo y también en el argumento de «la grieta».

La incapacidad de crear y la intención de exterminar
Mientras que la doctrina peronista impulsa al trabajo, a la organización, a la participación (en la política y en las ganancias) y promueve el respeto por la cultura de toda etnia, de cada minoría y de la comunidad en su conjunto, todavía -y mucho- están quienes expresan su única propuesta política: eliminar, desaparecer al peronismo.

Algunas de las veinte
La vocación por adulterar la historia y responsabilizar al otro de los propios defectos no es un invento argentino, pero que hay demasiados que en la Argentina lo ejercen y con fruición, es innegable. Cuando se asocia la pereza, la vagancia, el no trabajo al peronismo es la versión perversa o ignorante de los preceptos del movimiento nacional peronista. Sólo usaremos el 10% de las 20 verdades para no agotar de tarea a los sempiternos anti. La cuarta y la quinta (de las 20) dicen, textualmente: 4º) No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan.
5º) El trabajo es un derecho, y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume Esta última, que utilizó Alvin Toffler en su ensayo «El Prosumidor», había sido consagrada 30 años atrás.

Beatificación
De ninguna manera a alguien se le ha ocurrido postular a Perón para ser santificado, más allá de que algún otro pueda deducir que sería posible ya que el Papa es un confeso peronista. Impensado pero no increíble, pues Perón jamás negó que su ideario estaba basado en las ideas fundadoras del cristianismo y en definitiva, el peronismo es una opción humanista de la política cotidiana. Ojalá, el próximo año, con una moneda fortalecida y una conducta social más soberana, podamos encontrar billetes con la imagen del General Perón y con el suficiente valor como para que podamos ascender económicamente, trabajando lo necesario y disfrutando lo suficiente.

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