Un estudio revela cómo se valoran los Derechos Humanos en la actualidad argentina
La mayoría de la sociedad mantiene una opinión positiva o moderadamente favorable sobre los Derechos Humanos. Mendoza se encuentra más equilibrada en sus valoraciones.
En el Día de los Derechos Humanos, que se conmemora cada 10 de diciembre, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948, y que en la Argentina coincide con el retorno de la Democracia, tras siete años de una atroz dictadura cívico militar y eclesiástica, ese día, pero de 1983 asumió la presidencia de la Nación Raúl Alfonsín, elegido por el voto popular y, de esta manera, el pueblo argentino recuperaba el Estado de derecho.
Por ley 26.323, sancionada en 2007, el 10 de diciembre fue establecido como el Día de la Democracia.
Compartimos un estudio de la consultora EXPLANANS - Los Derechos Humanos en Argentina- que indaga cómo perciben hoy las y los argentinos un tema tradicionalmente vinculado a debates políticos, identitarios y generacionales.
El trabajo fue realizada bajo la dirección ejecutiva de Sebastián Puechagut y la coordinación de Martín Notarfrancesco y Daniela Piccone.
El informe
El informe, titulado "Derechos Humanos: el lugar que aún resiste a la grieta", muestra que la valoración pública sigue siendo mayoritariamente positiva, incluso en un contexto político marcado por la polarización.
El trabajo se basa en una muestra de 6.145 casos, extraídos de un total de 10.785 casos aleatorios efectivos; la población considerada es de mayores de 18 años, con cuotas proporcionales por género, edad y zona, y ponderación por voto en el balotaje 2023.
La encuesta se aplicó en 25 conglomerados urbanos, que abarcan 91 ciudades en 21 provincias y CABA, lo que la convierte en uno de los relevamientos más amplios sobre la materia realizados este año.
La mayoría valora positivamente los Derechos Humanos
La pregunta central del estudio, "¿Qué opinas del tema DDHH en Argentina?", dejó una tendencia nítida:
- el 61% de los encuestados adopta una postura positiva o moderadamente positiva.
Los resultados generales muestran:
el 29,6 % "Muy Buena, los DDHH son un emblema nacional"
el 31,5 % "Buena, son necesarios pero no se debe hacer política con eso"
En el otro extremo, alrededor de un tercio expresa rechazo:
el 27,8 % "Mala, no defienden a los argentinos de a pie"
el 8,4 % "Muy Mala, no deberían existir"
Los investigadores sostienen que esta distribución indica que los Derechos Humanos siguen siendo un terreno de amplio consenso social, aunque persisten tensiones relativas a su interpretación política y a la eficacia percibida de las políticas públicas vinculadas.
Valoración por provincias
El estudio también comparó la valoración en cinco jurisdicciones clave : CABA, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, del cuál halló contrastes marcados.
Ciudad de Buenos Aires se registra la adhesión más firme: 35,2% considera a los Derechos Humanos un "emblema nacional".
Provincia de Buenos Aires predomina una mirada positiva menos ideologizada: 37,8% sostiene que los DDHH son necesarios pero no deberían utilizarse con fines partidarios.
Córdoba presenta el rechazo más fuerte del país: el 11,5% afirma que los Derechos Humanos "no deberían existir".
Santa Fe lidera la proporción de quienes opinan que los DDHH "no defienden a los argentinos de a pie" (30,7%).
Mendoza, por su parte, muestra un panorama más equilibrado, sin picos de adhesión ni de rechazo.
Según el equipo de Explanans, esos contrastes no se explican únicamente por clivajes electorales, sino también por tradiciones culturales, identidades urbanas y experiencias locales relacionadas con la seguridad, la justicia y la memoria histórica.
Conclusión
A 76 años de ese documento fundacional, del 10 de diciembre como el Día Internacional de los Derechos Humanos, el relevamiento enfatiza que la mayoría de las y los argentinos sigue vinculando los Derechos Humanos con valores universalistas como la dignidad, la igualdad y la protección frente a abusos del Estado.
A pesar de los desacuerdos sobre su aplicación práctica o su instrumentalización política, la percepción general se mantiene sólida y transversal.
Para los autores, esto constituye "una señal de que, aun en un país atravesado por tensiones políticas persistentes, los Derechos Humanos siguen siendo un piso de consenso democrático".







