Proponen nuevo reglamento para el fútbol profesional en el Mundo: tarjeta azul
La federación mundial del fútbol profesional, conocida por su sigla FIFA, discutirá el 2 de marzo la incorporación de la Tarjeta Azul. Una sanción intermedia, entre la amarilla y la roja.
¿!Qué cobrás, botón!?
Cuenta la historia que el partido que inspiró para que las sanciones, durante un partido de fútbol, fueran conocidas por todos, surgió en el Mundial de Chile, en un partido con más faltas que destreza y emoción, cuando los anfitriones se enfrentaron a la selección de Italia, en el Mundial de 1962
Inglaterra 1966.
La razón más contundente para la creación definitiva de "las tarjetas" fue en el bochornoso partido por cuartos de final en el Mundial Inglaterra 1966. En el estadio de Wembley, la selección Argentina enfrentaba al local ante 70 mil espectadores. A los 36 minutos, debido a la imparcialidad del árbitro, el Capitán de la selección Argentina, Antonio Rattin quiso hablar con el árbitro, el alemán Rudolf Kreitlein. El juez, que no comprendía castellano, y Rattin que no hablaba alemán, sirvió de excusa para que lo expulsara. Nadie entendía muy bien qué había sucedido. Luego el referí pretendió justificar la decisión diciendo "en su mirada noté que me insultaba", un robo elocuente. Fue aquella vez que Rattín se sentó a esperar que alguien le explicara el por qué, pero en la alfombra destinada a la reina. Toda una ofensa protocolar que terminó mal. Argentina perdió uno a cero.
Debut de la tarjeta, sólo la amarilla.
El crédito de la imposición de las tarjetas es para Ken Aston, inglés, quien interpretó que todos debían conocer las decisiones de los árbitros. Fue en el primer mundial de México, en 1970, y en el estadio Azteca. que se utilizó el sistema. Pero sólo hubo un par de "amarillas" durante el torneo. Según los jueces, en ese mundial que consagró al Brasil de Pelé campeón,nadie mereció la máxima sanción
La roja pudo verse en Alemania, cuando había dos, en 1974.
La décima edición de la Copa del Mundo se realizó en Alemania, por entonces, Alemania Federal, la del lado Occidental del muro, o sea, no en la Alemania roja. Como una mueca del destino, la primera vez que un jugador fue expulsado viendo como el cartón rojo salía del bolsillo del árbitro y se levantaba para que todos supieran, fue un exponente de "la roja", el chileno Carlos Caszely.
Se viene la azul, parece.
Según las autoridades de FIFA, el dos de marzo, analizarán emplear, como ocurre en otros deportes, pero también como ya han implementado en el fútbol de Gales, la tarjeta azul. Se trata de una penalidad superior a la amarilla e inferior a la roja. Quien merezca por su comportamiento la sanción con tarjeta azul, deberá abandonar el campo de juego, pero momentáneamente. Diez minutos, especulan.
Después de los comunicadores, la moda de los abogados.
El tema del uso de las tarjetas, amarilla y roja, emulaba una señal internacional que no requiere de traducciones como son las luces de los semáforos. La idea era que todos se enteraran de las decisiones de los árbitros y no sorprendiera que, de repente, un jugador no estaba más en el campo, sin haber sido reemplazado. En esta ocasión, la idea de la tarjeta Azul, obedece más a una disquisición de graduar las penas. Ninguna contribución a algún aspecto relevante del deporte como juego, una nueva sanción para que los insultos sean policromáticos y las apelaciones infinitas.