Cuando sonó la campana: Mendoza vibró en Cuna de Campeones V

Mendoza volvió a abrazar al boxeo como a un viejo amigo. El triunfo de Brisa "La China" Alfonzo iluminó el ring y la victoria de Buonarrigo que lo reafirma como uno de los boxeadores más temidos y respetados de nuestra provincia.

Hay noches en las que el tiempo parece detenerse y el boxeo vuelve a ocupar el lugar destacado en las páginas del libro deportivo de Mendoza. La luz sobre el ring, el murmullo previo y el primer campanazo en el Hotel Hyatt, marcaron el inicio de una velada cargada de mística, donde cada golpe contó una historia y cada combate fue un acto de fe en un deporte que corre por las venas de la provincia.

Las peleas amateurs fueron el corazón de la noche. Jóvenes boxeadores subieron al cuadrilátero con más sueños que experiencia, pero con una convicción intacta. En cada cruce hubo respeto, coraje y la certeza de estar defendiendo una tradición que se transmite de gimnasio en gimnasio, de entrenador a pupilo, de generación en generación.

Cuando sonó la campana: Mendoza vibró en Cuna de Campeones V

Mendoza volvió a abrazar al boxeo como a un viejo amigo. Porque este deporte, que tantas alegrías le dio a la provincia, no se mide solo en títulos o estadísticas, sino en la mística que se renueva cada vez que suena la campana y el ring vuelve a ser el escenario donde se forja la identidad mendocina, con ese público que acompañó la velada organizada por la promotora Pandolfino Box, fiscalizada por la Federación Mendocina de Boxeo y con el respaldo de la Subsecretaría de Deportes.

La Bestia Castro continúa su marcha imparable

En la apertura del programa profesional, tras una brillante y extensa jornada amateur, Damián "La Bestia" Castro (65 kg) sumó una nueva victoria en su prometedora carrera como profesional. El triunfo no fue un trámite; fue un desafío que puso a prueba la fortaleza y determinación del pupilo de Matías Lucero.

Cuando sonó la campana: Mendoza vibró en Cuna de Campeones V

Todo parecía indicar que sería una victoria rápida para el joven de su rincón en el mundo: Tres Esquinas, Maipú, quien, con una ráfaga de golpes precisos, había dejado sin respuesta al sanjuanino (de Valle Fértil), Martín Garay (64,600). Pero Garay, con corazón y valentía, se levantó y luchó con todo lo que tenía, buscando revertir la historia en medio de la rutilante velada. A pesar del empuje del sanjuanino, "La Bestia" Castro impuso su control, mostrando una vez más su contundencia y su capacidad para adaptarse a los desafíos. Un nuevo triunfo para el joven maipucino, que sigue dejando claro que su ascenso en el boxeo es imparable.

Jonathan Joel Arena llevó una importante victoria a San Rafael

Anoche Jonathan Joel Arena (62,200) encontró finalmente justicia sobre el ring. En una pelea intensa y cambiante, el sanrafaelino se impuso al bonaerense Rodrigo Roldán, sumando un triunfo de alto valor que confirma su crecimiento y carácter.

Arena supo neutralizar la velocidad y potencia del púgil de Grand Bourg con inteligencia, oficio y un ataque más variado, resistiendo los pasajes de presión y respondiendo en los momentos clave. El fallo dividido reflejó la paridad del combate: 58-56, 57-57 y 59-55, que consolida a Arena como un boxeador hecho a fuerza de sacrificio y perseverancia.

El triunfo de Brisa "La China" Alfonzo iluminó el ring del Hyatt

La noche de boxeo en el Hyatt tuvo una protagonista indiscutida: Brisa "La China" Alfonzo. La campeona argentina superpluma de la Federación Argentina de Box ratificó su jerarquía y su gran presente con una actuación sólida y convincente, que encendió al público y le dio un brillo especial a la velada.

Cuando sonó la campana: Mendoza vibró en Cuna de Campeones V

En el combate de semifondo, pactado a seis rounds, Alfonzo se midió ante la experimentada entrerriana Verónica Isabel Núñez en una pelea exigente no apta para cardíacos, donde la campeona impactó desde el inicio, con la entrada emponchada y con su tradicional boina, con la música de canción dedicada a Don Ata (Atahualpa Yupanqui), interpretada por Natalia y Soledad Pastorutti imponiendo su ritmo, su técnica y ese carácter arriba del ring.

Con inteligencia táctica y determinación, "La China" dominó los pasajes clave del combate y dejó en claro por qué ostenta el título nacional, aunque el fallo le diera ganadora por poca diferencia. Cada asalto fue una muestra de su crecimiento y de la confianza que la respalda, en un ring que respondió con aplausos y reconocimiento. La victoria no solo reafirmó su condición de campeona, sino que también confirmó su lugar entre las grandes figuras del boxeo argentino actual.

Emociones y perlitas de la noche

Uno de los momentos más importantes fue el homenaje a Nicolino Locche estremeció el estadio y los aplausos fueron interminables, una ovación profunda y sentida para quien jamás pudo ser tocado. Es que se cumplía 57 años de la conquista del campeonato mundial de los superligeros en Tokio, Japón, cuando despojó del título al hawaiano-japonés Paul Takeshi Fuji con su estilo único e irreverente. Aquella corona, que defendió con genialidad hasta 1972, lo consagró para siempre como "El Intocable". Pudimos ver al ex campeón mundial y hoy entrenador de la China Alfonzo, "El Relámpago" Pablo Chacón, alzando la mirada hacia el cielo, como si buscara al maestro, mientras el retumbar de los aplausos volvía a sellar, una vez más, la leyenda eterna del Intocable.

También subieron al ringside Ricardo "Kojak" Silva, reconocido boxeador argentino, ex campeón argentino y sudamericano de peso ligero, destacado tanto por su profesionalismo arriba del ring como por su compromiso social, enseñando boxeo a jóvenes de barrios vulnerables de Buenos Aires, junto al ex campeón sudamericano Osvaldo Corro, que lleva adelante el Gimnasio Municipal Ángel Firpo.

Piñas van, piñas vienen

La pelea principal de la noche en el Hotel Hyatt fue un estallido de emoción, tan intenso como fugaz. Ante un escenario colmado y con el ritmo inconfundible de Amar Azul marcando el pulso del ambiente, hizo su entrada el mendocino Abraham "El Turco" Buonarrigo. El maestro de ceremonias no dejó pasar el detalle que enorgullece: nacido y criado en el barrio Lihue de Guaymallén, el Turco llegaba al cuadrilátero, arropado por su gente, y eso vale mucho.

En el ring, no dejó lugar a dudas. Con potencia demoledora y precisión quirúrgica, se impuso de manera categórica ante el peruano Jesús "La Bala" Avilés. El combate apenas alcanzó el segundo round y concluyó a los 14 segundos, dejando al público boquiabierto ante la velocidad y contundencia del desenlace. Fue una victoria que reafirma a Buonarrigo como uno de los boxeadores más temidos y respetados de nuestra provincia.

El Turco conquista en cada velada no solo por sus golpes certeros y sus silencios elocuentes dentro del ring, sino también por lo que representa fuera de él. Fiel a su equipo técnico, arraigado a sus valores familiares, coronó la noche con un gesto que valió tanto como el nocaut: bajar del ring para abrazar a su madre y besar a su señora, embarazada, que lo acompaña en esta aventura deportiva. Una postal épica que mezcla boxeo, identidad y corazón.

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