Quedandote o yéndote, Spinetta, a 10 años de su muerte

Diez canciones para recordar a Spinetta, a 10 años de su partida. Poeta, músico, productor y hoy leyenda de la música argentina.-   El Flaco se fue hace 10 años, pero vive en cada una de sus obras, y algo que jamás podrá morir sin dudas es su música. Aquí un extracto de su inmensa… Continúa leyendo Quedandote o yéndote, Spinetta, a 10 años de su muerte

Diez canciones para recordar a Spinetta, a 10 años de su partida. Poeta, músico, productor y hoy leyenda de la música argentina.-

 

El Flaco se fue hace 10 años, pero vive en cada una de sus obras, y algo que jamás podrá morir sin dudas es su música. Aquí un extracto de su inmensa obra.

Laura va (Almendra, Almendra, 1969)

Esta canción con reminiscencias de la beatle ?She?s Living Home? cierra el sorprendente disco debut del cuarteto formado por los veinteañeros Luis Alberto SpinettaEmilio del GuercioEdelmiro Molinari Rodolfo García. Sin sospecharlo (¿sin sospecharlo?) abrían una puerta: la del incipiente rock argentino que sí sabía leer lo que venía de afuera y lo reimprimía con indiscutible sello argentino.

La canción de LAS que dejó una huella en tu vida

 

Credulidad (Pescado 2, Pescado Rabioso, 1973)

La ?muchacha? también podía romper el corazón de LuisEl Flaco marca cuatro y a partir de ahí emerge un tema doliente, en tonos menores, que parece crecer y abrirse en el puente para luego replegarse. Cosas del (no) amor. Memorables la progresión de acordes y los signos de la pérdida campaneándose en la letra. Tan memorables como Pescado Rabioso, es decir Spinetta + Lebón + Cutaia + el Negro Black.

Durazno sangrando (Durazno sangrando, Invisible, 1975)

Carl Jung lee El secreto de la flor de oro traducido por Wilhem y Spinetta lo lee ?y traduce, claro- para nosotros, en un disco conceptual que tiene en este tema un remanso bucólico, frutal, enchapado en dulzura. Hombre de tríos el Flaco, que con este -completado por Machi Rufino y Pomo Lorenzo– pondría un pie para siempre en lo mejor de la historia del rock argentino.

Los libros de la buena memoria (El jardín de los presentes, Invisible, 1976)

Para su tercer y último disco, Invisible se transformó en cuarteto con la incorporación del guitarrista Tomás Gubitsch. Entre viajeros espaciales, polleras que giran al viento y golondrinas de Plaza de Mayo, este tema, un blues tanguero con bandoneón incluido (el de Juan José Mosalini) muestra a las claras el genio compositivo ?y absolutamente distinto- de Spinetta.

Laura va (Almendra, Almendra, 1969)

Esta canción con reminiscencias de la beatle ?She?s Living Home? cierra el sorprendente disco debut del cuarteto formado por los veinteañeros Luis Alberto SpinettaEmilio del GuercioEdelmiro Molinari Rodolfo García. Sin sospecharlo (¿sin sospecharlo?) abrían una puerta: la del incipiente rock argentino que sí sabía leer lo que venía de afuera y lo reimprimía con indiscutible sello argentino.

 

Credulidad (Pescado 2, Pescado Rabioso, 1973)

La ?muchacha? también podía romper el corazón de LuisEl Flaco marca cuatro y a partir de ahí emerge un tema doliente, en tonos menores, que parece crecer y abrirse en el puente para luego replegarse. Cosas del (no) amor. Memorables la progresión de acordes y los signos de la pérdida campaneándose en la letra. Tan memorables como Pescado Rabioso, es decir Spinetta + Lebón + Cutaia + el Negro Black.

 

Durazno sangrando (Durazno sangrando, Invisible, 1975)

Carl Jung lee El secreto de la flor de oro traducido por Wilhem y Spinetta lo lee ?y traduce, claro- para nosotros, en un disco conceptual que tiene en este tema un remanso bucólico, frutal, enchapado en dulzura. Hombre de tríos el Flaco, que con este -completado por Machi Rufino y Pomo Lorenzo– pondría un pie para siempre en lo mejor de la historia del rock argentino.

 

Barro tal vez (Kamikaze, 1982)

En febrero del luctuoso 1982 se grababa Kamikaze. Los 40 años de separación entre el 5to disco solista de Spinetta y hoy parecen nada gracias a temas como esta zamba (escrita por el autor a los 15 años), diáfana mirada piel adentro y en clave folklórica de un jovencito que ?se siente canción, barro tal vez?. La demostración temprana ?y regurgitada en tiempos de madurez? de un talento único.

Quedándote o yéndote (Kamikaze, 1982)

El piano de Diego Rapoport, quien murió apenas un mes y poco más antes que el Flaco, ilumina esta canción extraordinaria, que señala los elementos de la naturaleza y del alma como continuadores de la existencia. El mundo seguirá su curso inamovible estemos o no estemos, dice Spinetta, y su fuerza será nuestra voz, así (y sobre todo si) la hayamos perdido.

Pocos músicos defienden su obra como lo hizo Luis Alberto Spinetta. El Flaco siempre presentaba con orgullo lo último que había hecho y dejaba poco espacio para revolver el pasado. Por más que en sus shows era casi una costumbre que alguien le pidiera ?Muchacha (ojos de papel)?, él siempre se negó a tocarla. ?Mañana es mejor?, respondía en ?Cantata de puentes amarillos?, pero él fue un artista fuera de tiempo, que hizo lo que quiso sin importarle las tendencias musicales del momento y mucho menos si era comercialmente viable o no. El universo spinettiano es amplio, tanto que, a poco de cumplirse diez años de su muerte, en su discografía todavía hay mucho por descubrir.

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