Osvaldo Bayer: el historiador de la Patagonia Trágica y un nuevo intento de borrar la memoria

Osvaldo Bayer fue uno de ellos. Periodista, historiador y escritor, dedicó su vida a denunciar las injusticias cometidas contra los trabajadores. El 25 de marzo una excavadora manejada por trabajadores de Vialidad Nacional la destruyó por completo.

Adrián Characán
Adrián Characán

La historia argentina está marcada por el esfuerzo de quienes intentaron rescatar del olvido los episodios más oscuros de nuestro pasado. Osvaldo Bayer fue uno de ellos. Periodista, historiador y escritor, dedicó su vida a denunciar las injusticias cometidas contra los trabajadores, con un enfoque especial en la Patagonia Trágica, la brutal represión contra los peones rurales entre 1920 y 1922.

Su obra más emblemática, Los vengadores de la Patagonia Trágica, reveló el fusilamiento de 1.500 obreros por parte del Ejército, con el aval del gobierno de Hipólito Yrigoyen. La investigación le costó el exilio durante la última dictadura militar, pero su legado quedó intacto. Es inevitable reconocer que ese libro sirvió de guion para una de las películas emblemas del cine nacional: "La Patagonia rebelde", un clásico del cine argentino.

Un homenaje demolido en marzo: ¿casualidad o provocación?

El 24 de marzo de 2023, en la entrada de Río Gallegos, sobre la Ruta Nacional 3, se inauguró un monumento en su honor. Ubicado en el paraje Aike Güer, la escultura de 1,9 metros de altura representaba su figura y estaba acompañada por un cartel con una de sus frases más emblemáticas:

Hay que esclarecer nuestro pasado para que nunca se repita.

La obra no solo recordaba a Bayer, sino que también servía como símbolo de la memoria histórica, vinculando la Patagonia Trágica con el terrorismo de Estado. Por eso, su ubicación no era casual: era lo primero que los viajeros veían al ingresar a la ciudad, un recordatorio de la historia que muchos prefieren olvidar.

Sin embargo, apenas un día después del 24 de marzo de 2025, en el aniversario del golpe militar, una excavadora de Vialidad Nacional la destruyó por completo. La explicación oficial fue que "no tenía habilitación" y que representaba un "riesgo vial". Pero en lugar de reubicarla, la demolieron con topadoras y taladros, reduciéndola a escombros.

¿Burocracia o intento de censura?

El argumento de Vialidad Nacional es débil. Si realmente la escultura obstruía la banquina, podía haberse trasladado a otro lugar en la ciudad. Pero no, fue arrasada sin previo aviso ni consulta con las autoridades locales.

El intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, denunció la demolición como un acto de provocación y prometió interceder ante el gobierno para recuperar lo que quedó de la obra. Incluso el escultor Miguel Jerónimo Villalba exigió explicaciones y señaló a Paulo Croppi, titular de Vialidad en Santa Cruz, como responsable del hecho.

Además, se supo que Gendarmería Nacional se habría quejado del monumento, molesta por la inclusión de la "X" en el cartel de bienvenida: "Bienvenidx, usted está ingresando a la tierra de La Patagonia Rebelde." ¿Casualidad o reacción ideológica?.

El negacionismo en curso: borrar la memoria histórica

Este hecho se enmarca en una tendencia preocupante promovida desde el gobierno nacional, que en varias ocasiones ha intentado minimizar o borrar aquellos capítulos de la historia que no se ajustan a su narrativa oficial. En este sentido, un ejemplo claro es el reciente intento de eliminar el nombre de Néstor Kirchner del Centro Cultural Kirchner (CCK), transformándolo en un auditorio que, irónicamente, ahora lleva su nombre. Este gesto, que en principio parece un intento de borrar huellas del pasado, es solo una de las estrategias que el gobierno ha adoptado en su intento de reconfigurar la historia a su conveniencia.

Un gesto aún más emblemático es el proyecto cuya intensión persigue la demolición del edificio donde se encuentra la imagen Eva Perón, Este es un ejemplo más de los intentos de ocultar o minimizar figuras históricas mediante la estrategia del borrado o la modificación del espacio público.

Ubicado en pleno centro de la capital, otro intento de reducir la figura de una mujer histórica de nuestra política al silencio y la invisibilidad. Igualmente, la modificación de espacios que antes llevaban el nombre de Néstor Kirchner es otra muestra de este fenómeno.

La memoria que incomoda

La respuesta de los trabajadores de Vialidad Nacional, que emitieron un comunicado pidiendo disculpas y explicando que la decisión fue impuesta desde arriba, no hace más que subrayar que el intentó de censura no ha sido una decisión espontánea. Sin embargo, lo que el gobierno intenta borrar se multiplica en la memoria del pueblo.

La exgobernadora Alicia Kirchner advirtió que "aunque quieran imponer el silencio, la memoria se multiplica", y ese es el verdadero temor de los que buscan despojar a la historia de sus figuras más combativas. La historia no se borra con una topadora, ni se silencia con leyes de olvido.

Por su parte, Esteban Bayer, hijo del historiador, lamentó la destrucción de la obra pero destacó que el intento de censura tuvo el efecto contrario:

El que no conocía a Osvaldo, ahora lo conoce. Hay que ser muy bestia para destruir un homenaje así.

La historia no se borra con una topadora. Se multiplica.

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