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Siete banderas, siete destinos: la historia de un grupo de jóvenes que secuestró un avión y aterrizó en Malvinas

Alejandro Frías nos trae un libro que narra este hito de la soberanía argentina, denominado Operativo Cóndor. Jóvenes militantes peronistas que lo llevaron adelante, de las banderas que portaron y del destino de esos estandartes es lo que Carlos López López narra en "Siete banderas, siete destinos", Se presenta en Mendoza el jueves 3 de abril.

Alejandro Frías
Alejandro Frías
Alejandro "Canito" Frías es escritor, crítico literario, editor. Periodista Cultural. Autor de "El Gol con la mano del Chueco" (cuento 2023); "Serie B" (cuentos 2024) y "Barro de domingo", novela escrita junto a Daniel Fermani.

El miércoles 28 de septiembre de 1966, mientras el príncipe Felipe de Edimburgo estaba de visita en Buenos Aires a propósito del Campeonato Mundial de Hipismo, un grupo de 18 jóvenes secuestraba un avión de Aerolíneas Argentinas que tenía como destino inicial la ciudad de Río Gallegos y lo desviaban para aterrizar en Puerto Argentino (denominado Stanley por los ingleses), adonde llevaron siete banderas argentinas que hicieron flamear en Malvinas.

La historia de este hito de la soberanía argentina, denominado Operativo Cóndor, de los jóvenes militantes peronistas que lo llevaron adelante, de las banderas que portaron y del destino de esos estandartes es lo que Carlos López López narra en el libro "Siete banderas, siete destinos", que se presentará el jueves 3 de abril a las 20.00 hs en La Bancaria, calle España 1234 de Ciudad.

Siete banderas, siete destinos: la historia de un grupo de jóvenes que secuestró un avión y aterrizó en Malvinas

López López, en dialogó con Diario Portada para adelantar algunos detalles de la historia que narra en el libro, hizo hincapié en algunos nombres que, previo al hecho de 1966, marcaron la historia de Malvinas, comenzando con Luis Vernet, que fue el primer gobernador de las islas, para continuar con "el gaucho Rivero", que estuvo al frente de la resistencia contra los ingleses en 1833, para mencionar incluso a Miguel Fitzgerald, quien en 1966 aterrizó con un Cessna 185, y finalizar con una mención muy especial para los soldados que cayeron en la guerra y para aquellos otros que pudieron regresar.

"A partir de un hecho que cuento en el libro es que se dio el Operativo Cóndor. La periodista María Cristina Verrier estaba conversando con un amigo, también periodista y este le dice, por decir nomás, ‘¿y si tomamos Malvinas?', y ella le responde ‘dejámelo pensar, mañana te respondo'. Esto, relatado por este amigo. Y al otro día, María Cristina le dice ‘ya está, voy a contactar a [Dardo] Cabo y vamos a tomar las Malvinas. Entonces, el otro periodista dice ‘¿pero estás loca? ¿qué te pasa?', y ella le responde ‘bueno, ya está'. Ella había conocido a Dardo porque hizo una nota sobre los grupos nacionalistas de ese momento en la Argentina, pero en ese momento le pegó con un caño. Dardo era el presidente del Movimiento Nueva Argentina, de origen peronista, y el padre había sido un dirigente de la UOM, muy cercano a Evita", nos cuenta López López respecto del comienzo de esta épica, encabezada luego justamente por Dardo Cabo.

El grupo de jóvenes que secuestró el avión no dejó nada al azar. López López nos cuenta que, en un principio, la idea era llevar a cabo la acción el 20 de noviembre, Día de la Soberanía, pero finalmente se decidieron por adelantarlo y aprovechar la presencia del príncipe Felipe en Argentina para que el impacto fuera aún mayor.

Setenta veces siete

Para reconstruir la historia del Operativo Cóndor, Carlos López López se entrevistó, entre otras personas, con María Cristina Verrier, la única mujer integrante del grupo de 18 jóvenes que aterrizaron en Malvinas en septiembre de 1966.

Fue ella quien le explicó por qué las banderas desplegadas en las islas fueron siete.

"Nosotros nos pusimos bajo el mando de la Virgen de Itatí", nos dice López López que le explicó Verrier, quien también le reveló que las banderas eran siete porque este es un número bíblico. "Setenta veces siete, por ejemple, es algo que está en la Biblia", destaca el autor.

"Es más, ellos se entregan a un cura católico que estaba ahí en las Islas, que hace una misa arriba del avión antes de que se entregaran", detalla López López, en referencia a Rodolfo Roel, el sacerdote que estaba a cargo de una iglesia en Malvinas, lugar al que los jóvenes se trasladan para no ser detenidos por los ingleses.

El Operativo Cóndor despertó cierto fervor popular que les hizo suponer a los jóvenes que obtendrían el apoyo militar, "pero cuando Onganía los califica de "banda de facciosos, es el propio cura Roel quien les dice, ‘miren, muchachos, ya está, ya hicieron, son noticias en el mundo, pero bueno, no hay condiciones para más. Estuvieron treinta y seis horas en las islas", concluye López López.

Siete banderas, siete destinos: la historia de un grupo de jóvenes que secuestró un avión y aterrizó en Malvinas

Chiripás celeste y blanco

Carlos López López detalla que una de las banderas la izan en un mástil improvisado, mientras que "otras las ponen sobre las alas del avión, otras la ponen sobre un alambrado, porque habían aterrizado en la misma cancha de carreras cuadreras que había bajado Fitzgerald, y otras en un par de jeeps que toman".

Cuando, rodeados de fuerzas policiales y militares, abandonan el avión y resuelven trasladarse a la iglesia, deciden llevarse las banderas, y para que no se las secuestraran, las ocultan entre sus ropas.

"Primero se las ponen ellos entre sus ropas, algunos como un chiripá de esos que usaban los gauchos, porque los ingleses, los kelpers, que ya tenían la de Miguel Fitzgerald, querían quedarse con esas siete banderas también. Como lograron que el cura intercediera y no los tocaran, pudieron llevarse las banderas. Después vino un barco de Argentina para llevarlos presos, el Bahía Buen Suceso, y ellos quisieron entregárselas al gobernador de Tierra del Fuego, que se hace el tonto y les dice que tenían que entregárselas al juez que venía a detenerlos", nos cuenta López López acerca del comienzo de un periplo que llevó a que las banderas estuvieran ocultas durante décadas, hasta que María Cristina Verrier revela su ubicación y luego, tras una entrevista con la entonces presidenta Cristina Fernández, en la que también estuvo presente Carlos López López, las banderas vuelven a ver la luz y, distribuidas en varios lugares, se han convertido en un símbolo de la soberanía argentina en el Atlántico Sur.

La historia del Operativo Cóndor es mucho más extensa y llena de detalles, como la azarosa presencia del gobernador de Tierra del Fuego en el avión secuestrado y la no tan azarosa del director del diario Crónica, Héctor Ricardo García, o el lugar en el que Verrier ocultaba las banderas, o el destino trágico también relacionado con Malvinas del buque Bahía Buen Suceso, y sobre cada uno de ellos se explayará Carlos López López el jueves 3 de abril a partir de las 20.00 hs. en La Bancaria, calle España 1234 de Ciudad, donde también se podrá adquirir "Siete banderas, siete destinos", el libro donde el autor cuenta esta apasionante y apasionada historia.

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