Código Postal 5539, remitente Claudio Rosales
Alejandro Frías, como cada semana, nos trae una propuesta para leer en papel. Esta vez, "8 Relatos Lasherenses" adonde el autor cambia hasta el gentilicio para gambetear los estigmas de las barriadas de Las Heras, Mendoza, que casualmente hoy celebra su 154 aniversario
El Código Postal 5539 corresponde al departamento Las Heras, de Mendoza. Casualmente, este departamento hoy celebra 154 años, pero Claudio Rosales, el autor, elige las otras historias, no la oficial y Alejandro Frías nos introduce en este libro para tentarnos con ese lugar que a veces resulta innombrable
Sin galera ni conejos, magia de la otra
Las Heras es un territorio múltiple y lleno de magia, pero no de la magia esa que es una fantasía, un aceptar el engaño sabiendo que todo es un truco para emocionarnos e impresionarnos, sino de la magia de la gente de a pie, de la que sale a laburar todos los días, de la que no pierde la alegría a pesar de los golpes, especialmente de los que reciben por estar "en esa parte de la vida donde nos consideran poco los que hacen el mundo", como dice Claudio Rosales en su nuevo libro, "Ocho relatos lasherenses" (Camusu Ediciones)
Escritos entre mayo y junio del 2020, los textos que componen este libro hablan, especialmente, de la gente. Toda la poesía de Rosales (este es su primer libro de relatos) posee una carga social desde una mirada amplia, de pies en la tierra, sin romantizar ni estigmatizar. Ya en "Las Heras" (Carbónico Ediciones), el libro de poemas que tuvo su primera edición en 2008, Rosales nos ponía ante escenas de la cotidianeidad lasherina desde una mirada casi sociológica, y ahora, con este nuevo título, vuelve a mostrarnos a la gente y sus relaciones, a las interacciones que un paisaje como el que puede ofrecernos el departamento del norte mendocino
Muy parecido al universo cotidiano del que hablaba Tolstoi
Pegarle a la cabeza en la quiniela, el mercadito de unas cuadras más allá, la tía que ganó un premio literario municipal, las formas peyorativas en que mamá llama a quienes la molestan, El señor Armando, esposo de la recientemente fallecida señora Angelita... Sólo algunas de las personas, los lugares y las situaciones que componen "Ocho relatos lasherenses", quien con su especial destreza para las palabras nos describe de manera que sintamos su proximidad.
Pero lo más importante en estos relatos (que, pese a lo que enuncia el título, son nueve) es la capacidad de Rosales para poner el ojo en los detalles y transmitirlos con tal naturalidad, con tal soltura, que las vidas esas de las que habla nos llegan desde una intimidad difícil de ignorar.
Ocho y un bonus track
"Ocho relatos lasherenses" es uno de esos libros que permiten varias capas de lectura, ya que por debajo de cada una de las tramas emergen, y por momento hasta como potenciales objetos de estudio, los usos sociales de lenguaje, las relaciones interpersonales y hasta las comerciales, la interpretación del paisaje y el lugar que en la ciudad ocupan los barrios de los personajes, entre otros tantos temas.
Claudio Rosales es, a no dudarlo, un cronista de la gente lasherina de estos tiempos, y "Ocho relatos lasherenses" vino para corroborarlo.