Vigilia de familiares de policías y penitenciarios para hablar con las autoridades por reclamos
Las familiares de personal policial y penitenciario esperan desde temprano para ser atendidas por las autoridades del Poder Ejecutivo provincial, por los reclamos por las bajos salarios y las necesidades básicas insatisfechas.
Familiares de personal policial y penitenciario realizan vigilia desde muy temprano, ya que a las 10 les prometieron que iban a recibir a dos de las muchas mujeres que lideran el reclamo por salarios dignos y condiciones laborales razonables.
Dos días atrás dábamos cuenta del petitorio que una asociación civil elevó a la Ministra Mercedes Rus portada.com.ar/economia/37145 , este viernes, serán dos esposas de auxiliares de la fuerza policial quienes esperan ser escuchadas por las autoridades. La Ministra Mercedes Rus las recibirá en el edificio del Ministerio de Seguridad, en calle Salta, en Godoy Cruz
Los reclamos se vienen realizando, pacíficamente, en todo el territorio provincial ya que la problemática, atraviesas a todas y todos quienes cumplen funciones en comisarías, destacamentos, unidades penales y cuerpos especiales.
Debido a la imposibilidad de sindicalización, son los familiares, las esposas y algunos ex policías quienes encarnan los reclamos.
Aunque haya voces diversas, el reclamo es unívoco: incremento de los salarios y mejores condiciones. Los testimonios que se escuchan y leen, responden a una actualidad dramática, innegable. En Mendoza, para no ser pobre, se requiere una cifra mensual de casi $600,000; gran parte de la fuerza policial y casi en su totalidad el personal penitenciario percibe menos de la mitad.
Los relatos de esposas de auxiliares resultan escalofriantes. Hay miembros de la fuerza policial sub alimentados, debido a lo magro de sus ingresos. Algo que además de lesionar la integridad física y psíquica del personal, pone en riesgo la seguridad de la provincia
A las 10 de la mañana, Sofía Betancud y Liliana Cortez, expondrán la situación que están viviendo y esperan obtener una respuesta sin dilaciones, para que sus familias accedan a salarios que, al menos, alcancen para abastecer las necesidades básicas.