Un escenario protagónico para la UCR y un diccionario político para ciudadanos

Reunión cumbre de radicales para consolidar una posición frente a la Ley Ómnibus

El partido centenario, el primero de base popular, republicano y democrático de Argentina, atraviesa un momento en el que puede recuperar su autoestima, poner en juego sus valores.

Tiene la oportunidad de romper la inercia y la chatura que arrastra gran parte de la dirigencia política y lucir su presente honrando la historia, la verdadera, no la que andan vendiendo por redes quienes gestionan el gobierno nacional, hoy.

Mirá quién habla

En una reciente entrevista, Jesús Rodríguez, el último ministro de economía de la gestión de Raúl Alfonsín, puso en evidencia su apoyo a la gestión de Javier Milei. Quienes tienen tantos o más años que la recuperada democracia, no salen de su asombre. Este hombre de extensa trayectoria política ostenta también un récord. Fue ministro de economía, efímero, pero en su breve período, en un mes, batió todos los índices. En Junio de 1989 Argentina padeció una inflación del 1.461,6% . Sería injusto adjudicarle a él esa tragedia, pero también impropio olvidarlo.

Ahora

La victoria del radicalismo en 1983 refundó la esperanza nacional en los beneficios de la Democracia. Arreciada la República por una dictadura atroz y criminal, en lo económico, no se logró la reversión esperada y necesaria. Asimismo, son escasos los pronunciamientos contra la figura de Raúl Alfonsín, entre esas pocas, una enfática e insultante, la del actual presidente Milei. Algo que no parece afectar a la mayoría de los hijos políticos de aquel proceso refundador de la UCR. El "Ahora Alfonsín" pergeñado por el genio publicitario David Ratto, ya no cuenta. Ahora parece resucitar el maldito "sálvese quien pueda".

Cinco provincias de veinticuatro, no es poco.

El radicalismo hoy gobierna en cinco provincias. Maximiliano Pullaro en Santa Fe; Alfredo Cornejo, primer gobernador reelecto en la historia de Mendoza; Gustavo Valdés en Corrientes; Leandro Zdero en el Chacho; Carlos Sadir en Jujuy. Estos gobernadores tienen hoy ocasión de aglutinar a sus representantes en la Cámara Alta y tener un rol decisorio en el tratamiento de la Ley Ómnibus y el paquete fiscal. ¿en qué proyecto de país coinciden?

Nombres propios y decisiones impropias

En Diputados, no hubo cohesión. La voz cantante de la mayoría radical, de Loredo, formuló un discurso como para prenderle fuego al proyecto completo de la Ley ómnibus, pero después del despliegue histriónico y discursivo que destrozó Los postulados de la actual gestión gubernamental, votó a favor de los "capítulos", capítulos que en algunos casos son una afrenta contra la Democracia y la República. Una síntesis grosera para explicarlo podría ser que De Loredo es yerno de Aguad, aquel radical díscolo, único ministro radical de Macri, casualidad pétrea, ministro de defensa cuando el hundimiento del ARA San Juan. Resulta familiar.

La destreza individual puede chocar al colectivo.

Pretender viejos rótulos o categorías foráneas, no tienen utilidad en la vertiginosa realidad argentina, pero deshilvanar por completo las banderas, no garantiza un futuro promisorio, acaso les sirva individualmente a muy pocos para seguir prestándole argumentos a Milei, así el presidente puede continuar equiparando a la "acción política" con la "defensa de casta". Una erosión profunda que atenta contra el orden institucional, porque, aunque De La Rúa murió, el 2001 está a la vuelta de la esquina.

En defensa de lo indefendible

Las intrigas en política son de rápida y fácil deducción. Que Luis Petri, ministro de defensa, radical, compañero de fórmula de la inclasificable Bullrich, y figura decorativa que estropea hasta la noción de soberanía, se haya despojado de su segundo (Becker) en el ministerio de Defensa, desnuda con prontitud su profunda vocación. Petri está empecinado en ocupar un lugar preeminente en la política, por ahora, en Mendoza. Fue el más "proísta" con Macri, ahora el más libertario con Milei, y todos los días da muestra de su capacidad de mudar de vestuario. Por más que se camufle, ya vieron lo lejos que arrojó la boina blanca hace años.

Roedores en las bancas

No fueron las ratas, tal como los llamó Javier Milei, quienes debatieron los "capítulos" del Proyecto de Ley Bases. Fueron los representantes, tan legítimos como él, quienes dieron el aval para que el proyecto pasara al Senado. No todos votaron de la misma manera. Tampoco desde el bloque radical (aunque muchos hayan llegado de parte de Juntos por el Cambio). Facundo Manes, Pablo Juliano, Marcela Coli y Fernando Carabajal, en esta ocasión se abstuvieron. En febrero, habían rechazado el proyecto. Pero ahora, en esta etapa que comienza hoy, es la verdadera disputa por el queso.

Ganancias e inversiones, la ideología puede esperar

En la reunión de gobernadores, sin dudas, primará la defensa por los intereses provinciales y el mandato a los Senadores. Entre los muchos artículos (condensados en capítulos) está el de la recuperación del jugoso y coparticipable impuesto a las ganancias. Pero otorgarle las facultades extraordinarias a Milei, y las cláusulas impositivas que promete el RIGI, sin más, habilita para que se conviertan de Estadistas, a mingitorios del presidente, según las amenazas proferidas, sin sutilezas, por el propio Milei.

Ni antipersonalista, tampoco del Pueblo, ni Intransigente, hoy es la Unión Cívica Coyuntural

Mientras desde la Libertad Avanza y otros especuladores, cuando se refieren al "25" hablan del año electoral, la mayoría de las argentinas y los argentinos está pensando en cómo llegar al 25 de mayo, no con ideas revolucionarias ni románticas evocaciones, sino con la aspiración de que le alcance para arribar a fin de mes. Y son los referentes del radicalismo quienes tendrán el gatillo más certero para disparar. Habrá que esperar hacia donde apuntarán. Recuperar su esencia popular es una opción de blanco, la otra es conocida, total, cada uno tiene dos pies.