IMPROVISACIÓN POLÍTICA

Suena la campana. Faltan muchos rounds y esto puede terminar en Knockout o por puntos

Después de haber avanzado en el Congreso con varios artículos de una Ley Ómnibus, el gobierno de Milei decidió abandonar la discusión porque pensaba conseguir un aval total. La incomprensión de la política no ofrece buenos resultados.

La antigua y nunca resuelta discusión sobre liderazgo, aquella que pregunta si se nace o cualquiera, formándose, capacitándose y trabajando puede conseguir transformarse en líder, resulta inútil en las actuales circunstancias que atraviesa la política de Argentina.

El triunfo del debate es el fracaso de la imposición.

Ayer asistimos a un extenso debate en la Cámara de Diputados. Muchos de los 646 artículos de la Ley Ómnibus que envió el Poder Ejecutivo, habían conseguido aprobación. Incluía algunas facultades conferidas al Presidente. Todas, no. Pretender que todos aprueben todo devela el carácter improvisado y mesiánico del actual presidente Milei. Sin dudas, el Congreso es un estorbo para sus propósitos y quedó plasmado en su reacción , nuevamente violenta e insultante.

Si el sabio desaprueba, malo. Si el necio aplaude, peor.

Aunque se le dé crédito al ideario de Javier Milei, sus intempestivas reacciones y la ausencia de prudencia, le restan adherentes. Y la construcción política requiere de consensos permanentes, no basta con que se elija a una persona una vez, y a partir de allí esa persona se convierte mágicamente en la autoridad omnímoda. Ese concepto distorsiona toda noción de liderazgo.

Las sorpresas no cotizan.

Desde las ciencias sociales hasta la psicología, coinciden en que las sorpresas no cuentan con el beneplácito general ni particular de las personas. La explicación es profunda y extensa, pero un posible resumen indica que los humanos, necesitamos tanto como de alimento y cobijo, de certidumbres, aunque sean mínimas. Las sorpresas suelen desestabilizar racional y emocionalmente. Precisamente por esto es que uno de los requisitos indispensables para que alguien sea líder es: la coherencia, materia ausente en la personalidad de Javier Milei.

Delincuentes.

Según el presidente Milei, los legisladores que discutían artículos e incisos de la ley, se dividen en dos: los obedientes y los delincuentes. Sólo un déspota puede referirse así sobre quienes observan o critican, e intentan modificar aquello que consideran no es conveniente. La descalificación es una constante de Milei, algo que difícilmente colabore en construir consensos.

Lamentos que no están a tanta distancia como el Muro.

Cuando ayer se denunciaba el desfinanciamiento de programas que sirven para asistir a niños y niñas que padecen cáncer, mientras una cola de más de 25 cuadras llegaba hasta el ministerio de "Capital Humano" para pedir por alimentos, y en simultáneo a las protestas por el tratamiento de una ley intratable,  Javier Milei hacía una exhibición histriónica de su conversión espiritual. Contradictorio e innecesario. 

Sobreactuación y giro histórico.

En su visita a Israel, en un momento en que el mundo mira espantado, primero la incursión terrorista de Hamás, y luego la represalia desproporcionada del Estado Israel, Milei desconoce resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas de 1967, y modifica la postura que tanto Argentina como 189 países del planeta han adoptado. y anuncia que la Embajada de Argentina en Israel se trasladará a Jerusalén, una imitación tardía de Donald Trump, única justificación posible.

Rezo por vos.

El revés legislativo, innegable fracaso político con la Ley Ómnibus, ley que pretende cambiar cuestiones sustanciales y otras superficiales, parece insuficiente como lección. Ahora dicen que de La Libertad Avanza preparan un proyecto para derogar la ley de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. 

Arrodillado.

Por lo inoportuno del proyecto de derogación de la IVE, es inevitable pensar que se trata de otra sobre actuación, para tratar de enmendar su irreverencia, inmadurez y falta de respeto cuando se refirió al argentino más importante como "el representante del maligno en la tierra", Jorge Bergoglio, el Papa Francisco. Pensar  en la audiencia privada que mantendrá el lunes 12 de febrero, y cómo será la disculpa personal, abre un espacio a la imaginación libre.

Conductor inepto de un ómnibus sin volante y lleno de gente desesperada.

Javier Milei ostenta el cargo de presidente de la República Argentina, pero no lo honra. Degrada la investidura y peor, lesiona a la democracia y corroe la calidad de la República. 

Defraudación impúdica.

Ha decepcionado a millones de personas que creyeron en su promesa de desactivar esa "casta de privilegiados", convocándolos y rodeándose de los más redundantes dirigentes que fueron corresponsables de la debacle en 2001. Una verdadera odisea. 

Nepotismo clásico.

Nombrar a su hermana con un cargo relevante, nombrar en un cargo de asesor al hermano del vocero Adorni, con un sueldo que supera los dos millones de pesos y una función que ni Petri conoce, que la canciller Mondino contrate a su hijo y que Zago haya incorporado a dos hijos en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, eleva la angustia de una sociedad próxima al hastío.

Al fin de cuentas.

La quita de subsidios y la intención de desactivar los fideicomisos que le dieron capacidad operativa; la devaluación tremenda; la liberación de todo control de precios; la retención sobre las exportaciones de las economías regionales, a 60 días de asumir, ha destrozado, además de la ilusión, la economía familiar y de varias empresas. La inflación que prometió borrar de un hondazo se convirtió en un hondazo certero sobre la sociedad. No lo eligieron para eso, de ninguna manera.

Ni Marx, ni Gramsci, John Maxwell.

El autor que más ha abordado el tema del liderazgo, conceptualiza entre sus más de 80 textos, una sentencia que le sería útil a Javier Milei repasar o conocer y actuar en consecuencia: La primera responsabilidad de un líder es definir la realidad. Si le incomoda, debido a su conducta irascible, reaccionaria, le ofrecemos una recomendación de un indiscutible líder, Mandela:

Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tenés que trabajar con tu enemigo. Entonces se vuelve tu compañero.

La democracia en un cuadrilátero.

Argentina parece un púgil, casi grogui, que tiene por delante un largo combate y cada vez que se acerca a las cuerdas, es el propio árbitro el que lo golpea y debajo de la cintura. La toalla es una posibilidad humillante, pero peor es dejarse caer en la lona y sufrir otra conmoción como la que más de una vez padeció, porque en la situación actual, es improbable que vuelva a levantarse.

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