UN AÑO DE MILEI EN LA ROSADA

Separados de hecho

El autor, Martín Tula, recorre el año de Milei poniendo el foco en el último período y estableciendo diferencias y las muchas similitudes con los gestos de los gobiernos previos

SEPARADOS DE HECHO

por 

Martín Tula

Un año de gestión

El 10 se cumplió el primer año de gestión del gobierno de Javier Milei, un gobierno que llegó al poder prometiendo reformas drásticas y cambios estructurales. En su cadena nacional, el presidente centró su discurso en tres ejes principales: la lucha contra la inflación, su tan publicitada "motosierra" para achicar el gasto público y su cruzada contra "la casta", una pelea que, aunque sigue siendo su bandera, muchos consideran que ha avanzado más en palabras que en hechos concretos.

Gestos y ausencia insinuantes

Sin embargo, lo más llamativo no estuvo en sus palabras, sino en las ausencias y los gestos políticos. La vicepresidenta Victoria Villarruel, ausente del acto, cedió el protagonismo a Karina Milei, hermana y mano derecha del presidente, quien ocupó el lugar estratégico a su derecha, un sitio que tradicionalmente corresponde al vicepresidente. Este detalle alimenta especulaciones: ¿Está Karina comenzando a posicionarse como una posible sucesora para 2027? ¿Podría ocupar ese lugar "La Jefa", como la llaman algunos? Estas interrogantes surgen con fuerza y se irán aclarando conforme avance el mandato.

Nada sobre los daños cotidianos

El discurso también mostró notorias omisiones. Temas de alto impacto social, como la situación de los jubilados, las universidades y el proyecto de "ficha limpia", brillaron por su ausencia. En cambio, Milei prefirió centrarse en la reforma de la Policía Federal, el anuncio de una unidad anti-narcoterrorismo y la reiteración del proyecto de ley de "reiterancia" para endurecer penas a reincidentes. Este último, paradójicamente, no se trató cuando estaba todo listo para aprobarlo el mismo día que no hubo quórum de "ficha limpia". Los logros económicos también formaron parte de su discurso, incluyendo la libre competencia de monedas para compras y servicios. Sin embargo, en un gesto típico de los gobiernos argentinos, esa libertad no aplica a los impuestos, dejando una sensación de que "siempre le faltan cinco para el peso".

La corrupción avanza

Aunque Milei se comprometió a evitar las típicas medidas populistas de las elecciones de medio término y prometió continuar con el ajuste para cumplir con lo prometido en campaña, la realidad se presenta distinta. Su gobierno no escapa a los escándalos que han salpicado a otros. El caso más reciente es el del senador Kueider, detenido en Paraguay con dinero en efectivo cuya procedencia no pudo justificar. Este episodio ha encendido alarmas en un gobierno que buscaba diferenciarse de la "vieja política" pero que ahora enfrenta acusaciones similares.

Kueider, quien asumió su banca en 2019 por una lista del Frente de Todos, rompió con ese espacio en 2022 para formar el bloque Unidad Federal junto a "Camau" Espínola y Alejandra Vigo. Desde entonces, se convirtió en un aliado clave para el oficialismo en votaciones importantes. Su apoyo al gobierno de Milei plantea preguntas incómodas: ¿cómo puede un gobierno supuesto defensor de la propiedad privada justificar la evasión de dinero al exterior? Esta contradicción no solo daña la imagen del senador, sino que también proyecta sombras sobre el gobierno que se beneficia de su respaldo parlamentario.

Actualmente, Kueider está detenido en un exclusivo complejo en Paraguay. Ha solicitado licencia, y este jueves el Senado tratará su caso. La vicepresidenta Villarruel, rápida para capitalizar el escándalo, convocó la sesión y no dudó en exponer el tema en redes sociales, utilizando la oportunidad para criticar nuevamente a Cristina Kirchner. Este movimiento es una muestra del uso estratégico que hace Villarruel de cada conflicto, reafirmando su rol como figura central en el gobierno y en la arena política.

Dependientes

El desenlace del caso del senador podría marcar un antes y un después en la gestión de Milei. Si el Senado decide destituirlo, el oficialismo perderá un voto clave, mientras que Unión por la Patria (UxP) ganará uno, ya que asumiría Cora una suplente proveniente de La Cámpora. En este contexto, el triunvirato formado por Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo parece depender cada vez más de la habilidad política de Villarruel, quien sigue mostrando que tiene en su poder el "ancho de espada".

La tercera en discordia

La relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel, que en su momento simbolizó una alianza estratégica para llegar al poder, hoy es una separación de hecho. Aunque ambos se erigen como las máximas autoridades institucionales, sus agendas y estilos de gestión están claramente separados. Mientras Milei aparece acompañado de su hermana Karina en los eventos más importantes, Villarruel refuerza su figura política por cuenta propia, construyendo una imagen que crece cada día.

Victoria Villarruel en X: "Para no dilatar los tiempos, junto al presidente Provisional Abdala llamamos a una sesión mañana para que tratemos los actos inmorales que son de público conocimiento del senador Kueider, y que exponen una vez más la hipocresía del kirchnerismo. Lo de Kueider es sin dudas un https://t.co/pFuMkRdKoz" / X

El acto del primer aniversario fue un claro ejemplo de esta rotura. Mientras el presidente celebraba su primer año de gestión en cadena nacional junto a su hermana, quien cada vez gana más protagonismo en el círculo de poder, la vicepresidenta publicaba en la red social X un video donde mostraba los logros de su gestión en el último año. En el video, Villarruel destacaba su papel en la implementación de políticas y decisiones de La Libertad Avanza, enviando un mensaje claro: su aporte es esencial, y no está dispuesta a quedar relegada.

Esta dinámica refleja un equilibrio frágil dentro del gobierno. Karina Milei, se afianza como una figura clave y parece disfrutar del poder con el mismo entusiasmo con el que se disfruta una torta de chocolate, mientras Villarruel busca consolidar su posición como la voz firme y crítica del oficialismo. En este triángulo de poder, las tensiones son evidentes, y todo parece reducido a una relación de conveniencia. Cada uno utiliza al otro en función de sus propios intereses, pero la pregunta que queda es: ¿cuánto tiempo más podrán mantener esta alianza antes de que las diferencias los enfrenten directamente?

La situación recuerda a la fábula de la tortuga y el escorpión. Lo único que no queda claro, querido lector, es quién representa a la tortuga y quién al escorpión en esta historia. Lo que sí parece seguro es que, tarde o temprano, esta relación llegará a un desenlace que definirá el rumbo del gobierno y del país

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