PANORAMA ECONÓMICO OSCURO

Rotundo cambio en el pronóstico económico para la Argentina desde el F.M.I.

El FMI acaba de publicar su informe sobre las Perspectivas Económicas Mundiales para el 2024 y 2025. Las diferencias con respecto al mismo informe elaborado en septiembre son mínimas, excepto, claro, para Argentina.

Las perspectivas de evolución económica del Mundo para el bienio 2024-2025 son tímidas, según el último informe que dio a conocer el Fondo Monetario Internacional.  Lejos de los abruptos crecimientos, pero también de las crisis financieras, pronostican un crecimiento anual del 3,1%

Argentina y la obsesión de diferenciarse.

Estas especulaciones de crecimiento del PBI mundial, son apenas diferentes a lo que habían calculado en el informe de septiembre. Este promedio de crecimiento del 3,1% para 2024, es cercano a lo que el Fondo Monetario había calculado y dicho sobre Argentina. En septiembre, las estimaciones del FMI publicadas, indicaban que en 2024 iba a crecer levemente por debajo del promedio, lo haría a un ritmo del 2,8%, porcentaje idéntico al decrecimiento del 2023. Podríamos decir en términos futbolísticos que 2024-2023 terminaría cero a cero para la Argentina, pero ni el empate se puede festejar.

Qué manera de elegir.

Sin dudas, si hay algo que sobreabunda en Argentina es la creatividad. A veces, esa singularidad nos cuesta carísimo. En las proyecciones para 2024, hechas en septiembre de 2023, por el FMI, sólo existía una variable que podría alterar los números: las elecciones. 

Todo listo para crecer.

Un 2024 sin sequías, sin pandemia, con estrategias para afrontar los desniveles que produjo la invasión Rusa en Ucrania, con autoabastecimiento energético, hacía prever que Argentina crecería 2,8%, sin embargo, en el último informe de las proyecciones efectuadas por el organismo internacional, lo que era un ascenso, ahora indican será un descenso. Sí, en vez de campeones, directo a la B.  Tal los números, a propósitos de los cambios operados desde la flamante gestión del gobierno de Milei, en vez de crecer el 2,8% se estima exacta cifra, pero hacia abajo. Argentina decrecerá en un 2,8%

 Tobogán invertido.  

Es inevitable que no asalte una imagen invertida. La figura de alguien subiendo trabajosamente por la rampa lisa, y al llegar a la cúspide del tobogán, se arroja de cabeza por las escaleras. Aunque el FMI dice que sólo serán contusiones y traumatismos leves, es complejo soportar el dolor tanto tiempo, y lo que es más dramáticos, sin la pista de arena para amortiguar el impacto.

Rara, como encendida.

Los períodos de prosperidad han sido esquivos, no tanto para el país como para su población. Precisamente el economista ruso estadounidense, Simon Kuznets, fue quien definió hace más de 5 décadas que en el mundo y según la perspectiva económica, hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y la Argentina. El encanto de marear a cualquiera no es sólo una cuestión de fútbol.

Las teorías de Kuznets, aunque haya recibido el falsamente mencionado Premio Nobel de Economía (recordamos que no existe tal categoría en el legado de Nobel) han sido muy discutidas pero es innegable que incorporó el concepto de que elevado PBI no necesariamente es análogo a desarrollo y menos, aún, bienestar social.  

Socios de quienes.

Entre los eslóganes de La Libertad Avanza y el sempiterno discurso desde los sectores de la economía concentrada, Argentina se ve impelida a relacionarse mejor y más abiertamente con el mundo. Pero ese discurso chocó estrepitosamente cuando se antepusieron preceptos bastante anacrónicos y -no nos equivocamos si decimos,. con argumentos literarios de calidad paupérrima. Postura que desechó la posibilidad de integrar el País a los BRICS.

Fantasías y alucinaciones.

Repasar este informe del FMI puede producir envidia o despertar fantasías y alucinaciones. El nivel de inflación que se prevé a escala mundial es para 2024 del 5,8% (anual, obviamente) y 4,4% en 2025, o sea, ratios anuales que en Argentina ocurren en "un ratito".

Qué desperdicio.

Ya son varios los economistas, inclusive pensadores e intelectuales de otras disciplinas, que afirman que hay que desterrar como adjetivo que Argentina es un país rico. Sostienen (como es el caso de Eduardo Levy Yeyati) que recursos naturales, extensión geográfica, mares generosos, montañas interminables, poco valor tienen si no está el ingenio del hombre para administrar, cuidar y agregar valor. 

El concepto es razonable pero incompleto. La extensión, amplitud geográfica, recursos naturales y la cultura de un pueblo, aunque no desde una mirada estrictamente utilitaria, hace que podamos considerar que es un país rico. No lo suficiente como para haber despreciado la invitación a ese conglomerado de países que, como podrán leer en el gráfico de abajo son, justamente, los países que crecerán con mejores índices, mientras en el Congreso Nacional, debaten y negocian para lograr o impedir que Argentina vuelva a ser aquella nación, en donde había superávit de penas y vaquitas, como siempre, ajenas.

Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y la Argentina». Esta frase es de Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971.

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