Qué es la dieta SIBO, cuáles son los síntomas de la enfermedad y cómo se cura
El sobre crecimiento bacteriano en el intestino delgado es una dolencia que afecta a muchas personas. Provoca inflamación, dolores abdominales y náuseas, pero una simple dieta puede ayudar a controlarlo.
El sistema digestivo del ser humano es un mecanismo que cumple tareas vitales y esenciales para el desarrollo normal de las personas. En él se gestan procesos como la alimentación, la incorporación de nutrientes, la depuración del cuerpo, entre otros.
Y son su centralidad y multiplicidad de funciones las que a veces también lo exponen a riesgos o enfermedades relacionadas con muchos elementos de la cotidianeidad estresante o de la mala alimentación. Así, últimamente ha cobrado relevancia una patología que afecta puntualmente al intestino delgado y cuyas molestias se trasladan al resto del cuerpo.
Se trata del sobre crecimiento bacteriano en el intestino delgado, también conocido por su sigla en inglés SIBO, que significa small intestine bacterial overgrowth. Este cuadro se da cuando bacterias de otra parte del tracto digestivo crecen en el intestino delgado de manera anormal y excesiva, especialmente aquellos microorganismos que no se encuentran comúnmente en esta parte del tubo disgestivo.
¿Cuáles son los síntomas del SIBO?
El sobre crecimiento bacteriano en el intestino delgado puede producir distintas afecciones que se traducen en molestias agudas sobre quien lo padece, siendo la más común la indigestión (dispepsia) o dolor en la parte alta del abdomen.
Sin embargo, pueden existir otros indicios de SIBO a partir de alguno o varios de los siguientes síntomas:
Pérdida del apetitoDolor abdominalNáuseasHinchazónSensación incómoda de saciedad después de comerDiarreaPérdida de peso involuntariaMalnutrición¿Cómo se diagnostica el SIBO?
Según lo detalla el portal Clinic Barcelona, el diagnóstico del SIBO se realiza en la actualidad a través de dos procesos, un más invasivo y el otro más simple. El análisis considerado "simple" busca confirmar la existencia de bacterias mediante un método indirecto que consiste en determinar a través del aliento del paciente la cantidad de hidrógeno y metano en la exhalación. Estos gases son producidos por las mencionadas bacterias durante la fermentación.
Para poder determinar si existe una producción excesiva de estos gases, se compara la composición del aliento en ayunas y hasta 120 minutos después de ingerir carbohidratos.
El segundo método, el considerado invasivo, consiste básicamente en la realización de una endoscopía mediante la cual se realiza un cultivo del líquido de la zona intermedia del intestino delgado.
¿Cuál es el tratamiento para el SIBO?
Una de las terapias más extendidas a la hora de combatir el SIBO es el empleo de medicamentos antibióticos. Según el portal The American Journal Gastroenterology el uso de antibióticos ha sido la piedra angular de la terapia para esta patología.
Por su parte, el sitio Clinic Barcelona detalla que es importante controlar las causas de base que provocan el SIBO. Tal es el caso de los pacientes con diabetes y SIBO, quienes deben realizarse el control del azúcar en sangre de forma regular antes de iniciar el tratamiento dirigido al SIBO.
Así mismo, en la mayoría de los pacientes se recomienda hacer algunas modificaciones en la dieta tendientes a evitar otros desequilibrios en la microbiota.
¿Qué alimentos puede comer una persona con SIBO?
La dieta predilecta para pacientes con SIBO es aquella baja en carbohidratos fermentables (FODMAP).
La misma consiste en eliminar o reducir alimentos ricos en carbohidratos fermentables, que alimentan a las bacterias intestinales.
Proteínas y grasas saludables: proteínas presentes en carnes magras, pescado, huevos y tofu. Estos alimentos son ricos en aminoácidos esenciales y son esenciales para la reparación y crecimiento celular.Vegetales: se recomienda consumir zanahorias, calabacines, berenjenas y calabazas en cantidades moderadas. A su vez es necesario suprimir cebollas, ajos, brócoli, coliflor, espárragos y alcauciles.Frutas: hay que evitar frutas altas en fructosa como manzanas, peras, sandía y mangos. En su lugar, se recomienda consumir kiwis y banana, aunque en pequeñas cantidades. Lácteos sin lactosa: los lácteos sin lactosa como la leche, el yogur y los quesos bajos en lactosa, son las opciones más recomendadas. Carbohidratos bien tolerados: arroz, quinoa, papas, camote y la calabaza son aceptados en las dietas para personas con SIBO. Condimentos: dentro del universo de condimentos, los pacientes con SIBO pueden ingerir jengibre, cúrcuma y perejil por sus propiedades desinflamatorias.