Primer homicidio en el 2025 y sus connotaciones
La tragedia ocurrida en la madrugada del sábado, en el barrio Santa Ana, despierta intrigas y pone de manifiesto el odio social
En la madrugada del sábado, en el Barrio Santa Ana, se produjo el primer homicidio en el 2025, en Mendoza. Apenas cuatro días del nuevo año, un hecho trágico ocupa espacio en los medios y comentarios en los dispositivos. Un joven fue ultimado por un hombre y las circunstancias abren otros interrogantes
Periodistas involuntarios
En la actualidad, el ejercicio periodístico, ha perdido poder frente a la proliferación de noticias e informaciones que propician las y los ciudadanos, voluntaria o involuntariamente. Cada perfil es en sí mismo un medio, y quien le otorga identidad a ese perfil, sea bajo la denominación real o no, realiza funciones propias del periodismo. La tragedia en la que murió un joven de 32 años sirve de ejemplo. De mal ejemplo
La insensible estadística
Se le atribuye a Stalin, el impiadoso líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y lo hemos repetido en otras ocasiones. El axioma dice: "la muerte de una persona es una tragedia, la de un millón: una estadística". Esta vez y en este caso, se complica y bastante. La muerte de una persona, esta tragedia, cobró otro sentido por parte de varios opinadores compulsivos, algunos que dicen ser vecinos de la zona e inclusive algunos que han tenido responsabilidades gravitantes en grandes medios de comunicación.
Los hechos son sagrados, la opinión es libre
Este principio que seguramente habrá leído y escuchado de boca de periodistas, es útil aunque incompleto, cuando no: falso. Algo sacro es aquello que requiere veneración. O sea, una verdad revelada, infalible, invariable. Atributos que rara vez ofrece un hecho criminal. En esta ocasión, los relatos no se ajustaron a lo que luego pudieron comprobar los forenses, y la solidaridad tuvo un propósito bien distinto que el habitual.
Información oficial
La primera información oficial que circuló, tal como viene ocurriendo con los partes que emite el Ministerio de Seguridad y Justicia, fue escasa, imprecisa y no carente de errores. También como ya es costumbre (cultura) de ese Ministerio, enfatizan en los antecedentes de las víctimas, o se apresuran en condicionar los asesinatos a cuestiones entre malhechores, casi alentando a que muchos (incluidos legisladores nacionales ) festejen y se manifiesten diciendo "uno menos", como si la muerte de una persona pudiera resolver los incontables problemas por los que atraviesa la sociedad.
Los meritocráticos
El joven Renzo Adrián Molina estaba tendido en la calle, golpeado. Un móvil policial acudió al llamado del 911. Los agentes del móvil llamaron al S.E.C Cuando llegó la ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado, comprobaron que tenía golpes en el cuerpo y serias lesiones en el cráneo, según la primera versión. Lo trasladaron al hospital pero fue en vano, el hombre de 32 años falleció. Prontamente y antes de describir la escena, el parte de prensa del Ministerio indica que el difunto tenía antecedentes judiciales (en plural), por robo agravado (sin especificar porqué) y 4 detenciones por parte de la policía, y aclara que esas cuatro aprehensiones no fueron judicializadas. A propósito, ahí mismo detectamos inexactitudes que, tratándose de un homicidio, no inspiran confianza. El otrora gran medio de Mendoza, no se conforma con replicar el error (hacer plural lo singular) sino que acentúa el detalle y titula: "extenso prontuario de antecedentes penales".
Creer o averiguar
Resulta impropio darle crédito a la información que divulga el Ministerio de Seguridad y Justicia (nos atenemos a las consecuencias) porque además de asignarle antecedentes a toda víctima y redactar defectuosamente, proporcionan datos que no son. En la información oficial consignan como lugar del hecho la calle Copiapó al 1200, de Guaymallén. El hecho, según datos posteriores y otros elementos, ocurrió a más de 11 cuadras del lugar descrito. Fue sobre la calle Copiapó pero al 2326. Copiapó, además, es una calle no lineal, del Barrio Santa Ana. Para llegar del 1200 al 2326 es requisito abordar las perpendiculares Chile e Italia. Una confusión que ojalá no haya sufrido el conductor de la ambulancia.
Maten el ladrón
Según los relatos de vecinas y vecinos, Renzo Adrián Molina había intentado robar en una vivienda y fue el propietario de esa vivienda quien lo golpeó con un palo. Lo que informa el Ministerio Público Fiscal, difiere en algo. Según obra en el expediente 1195/25, Molina intentó ingresar en la vivienda a la altura del 2326 de Copiapó y en un momento, llega el vehículo conducido por la mujer que reside en esa vivienda . En el auto también estaba su hija, una menor. Molina saltó la reja (que se antepone entre la casa y la vereda), se abalanzó violentamente en procura de introducirse en el vehículo, y ahí fue que el propietario de la vivienda, a la vez esposo de la mujer, para defender la integridad de su esposa y de su hija, le asestó golpes con un palo, luego de entreverarse en riña.
Acceso a la información
La reticencia ante algunos medios -como este- y la defección en la información, entorpecen el trabajo periodístico y auspician las conjeturas. En el periódico El Sol, medio de aceitados contactos con el Ministerio Público Fiscal, figura el hecho con una hora y media de diferencia (lo consigna a las 02.00 AM en vez de a la 00.30) e incorpora otro dato insoslayable: que en los hechos contra el presunto ladrón, participó un Agente Penitenciario. www.elsol.com.ar/policiales/posible-giro-en-el-caso-del-hombre-muerto-en-guaymallen-las-hipotesis-que-manejan-los-investigadores
Opinadores furtivos
Leer las opiniones sobre este homicidio desnudan una realidad social que preocupa. Acicateadas con la falsa (o al menos exagerada) información sobre los antecedentes de la víctima, las personas manifiestan un grado de odio que sólo puede compararse con la propia ignorancia que develan esas opiniones, por más libres, genuinas y naturales que simulen ser. En la captura decidimos borrar sus nombres no por preservar anonimatos que ellos no pretenden, sino por el más elemental pudor.
La seguridad es un bien preciado que no puede saciarse con la venganza salvaje.
Que alguien defienda con vehemencia y hasta con violencia la integridad de su familia, es comprensible y -según las circunstancias- admisible. Pero que otros celebren la muerte de una persona, que fue ultimada a palos, porque están "hartos" de robos, es peligroso e inconducente. Desde tiempos inmemoriales, el Derecho trata de armonizar las relaciones, y para eso gestiona medidas proporcionales. De allí proviene el "ojo por ojo, diente por diente", o sea, que la represalia no debe superar la gravedad de la acción cometida. Sensato. Inteligente. Humano. Si cada robo es seguido de un homicidio violento, los deudos del muerto ¿¡que acción deberían imponer frente al verdugo!? Lo "políticamente correcto", tan devaluado hoy en la conversación social, es el método necesario para no involucionar hasta el cuaternario.
La palabra, escudo y arma letal
El incentivo a la violencia. El insulto. La descalificación. El agravio. La imputación falsa. Ninguna de estas conductas es nueva, pero jamás antes hubo más virulencia verbal que en la actualidad. Era inimaginable que un funcionario público, en democracia y dentro del Estado de Derecho, tratara con desprecio y vulgaridad a un par y tampoco a un ciudadano de a pie. Impensado que todo diálogo entre dos o más seres instruidos deba concluir siempre en una provocación. El corrimiento de esos límites empuja a una fricción social que surge desde lo virtual y se traduce en lo físico. Es obvio que la lesión que puede producir un insulto digital no ocasiona un daño físico, pero sí provoca consecuencias que afectan al otro, en toda la dimensión humana, en la moral y también, en lo físico. Afectan la libertad de personas y denigran la integridad. La palabra sigue siendo el eficaz gatillo de la acción
Jurados populares
La implementación de los Juicios por Jurado es -sin espacio a la duda- un avance en materia jurídica. La actualidad nos devuelve un rostro social que espanta. Revisando las reacciones sobre los últimos hechos, nos obliga a reflexionar sobre el rol que cada cual debe ejercer en lo cotidiano. Y rogar que los que opinan no sean convocados a formar parte de un Jurado.
El goce del sufrimiento ajeno
A nivel nacional, las manifestaciones alentando la actitud de un policía Federal retirado, que acribilló a un vecino disparándole con su arma sobre el vientre, exceden lo tremebundo que suele proponer Tarantino en sus largometrajes. El tedio alimenta actitudes poco felices, pero para llegar a asesinar a un vecino, es imprescindible una atmósfera de odio, desprecio, indolencia, inspirada desde el propio poder. Y la adhesión de los espectadores en favor del asesino, exige una actitud, además de prudente, defensiva. Lamentable
Libre
El homicidio que ocurrió en la madrugada del primer sábado del 2025, inscribe como primera víctima a Renzo Molina, presunto ladrón, posible agresor, quien murió por los golpes de palo que recibió en su cuerpo y en su cabeza, a pesar de las hipótesis que quisieron inocular, atribuyéndole un brote psicótico a la víctima y problemas de salud. Fue imputado por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo el autor de la golpiza, con la figura de "Homicidio simple con exceso en legítima defensa de un tercero" . En el caso de determinar la responsabilidad del imputado, el artículo 79 (homicidio simple) prevé una pena de entre 8 y 25 años, pero según la interpretación de la legítima defensa se morigera. Según el artículo 34 inciso 7 del Código Penal, la actuación en legítima defensa exime de pena a quien haya actuado en esa circunstancia, para sí o para un tercero. Si no pesan antecedentes sobre el imputado, seguramente quedará en libertad hasta que se lleve adelante el proceso correspondiente
Primero
Inevitablemente decir que es el primer homicidio del año (2025) insinúa que no será el único, lamentablemente. Nuevamente es la estadística quien nos permite esta inferencia. El ideal suele estar lejos de lo posible, pero eso no debe estimular los erróneos atajos y las pretensiones en materia de seguridad no deben archivarse junto a las muchas frustraciones que atraviesa la Comunidad. Mucho menos, alentar que los conflictos se resuelvan cegando la vida de una persona. Los deseosos de muerte y venganza pueden saciar su sed en Netflix o -mejor aún- en la abundante y excelente literatura policial. Y un llamado a la solidaridad (bien intencionada) a periodistas profesionales, amateur, voluntarios, advenedizos, ocasionales, accidentales: volver al rigor posible de la información y no adulterar los significados: no existe la "justicia por mano propia", eso es "venganza", "reacción", "resentimiento". Actitudes tan criminales como las que pretenden "castigar" y tan deplorables como inútiles