El laboratorio de los pobres

Veinte personas en situación de calle fueron encerradas durante 60 días en una casa del barrio de Constitución, bajo el supuesto formato de un proyecto social: fue un experimento humano con características que recuerdan los momentos más oscuros de la historia. La pregunta es obvia y brutal: ¿de quién es realmente esa casa y con qué aval se encerró allí a indigentes durante dos meses?.

De los experimentos atroces del pasado a un "Gran Hermano" con indigentes en la Argentina de Milei.

En la Argentina de hoy, donde la pobreza se naturaliza y los discursos de odio se instalan como sentido común, aparece un hecho que hiela la sangre: veinte personas en situación de calle fueron encerradas durante 60 días en una casa del barrio de Constitución, bajo el supuesto formato de un proyecto social. No se trató de asistencia ni de inclusión: fue un experimento humano con características que recuerdan los momentos más oscuros de la historia.

Constitución: un barrio empleado para experimentar

Lo llamativo es que este patrón no se limita a un solo caso. Coincide con lo que ocurre también en el barrio de Constitución, donde mantienen a otra persona encerrada y proscripta, sí, Cristina. Da la impresión de que este barrio porteño es utilizado como un territorio de prueba o de aleccionar , un espacio donde se ensayan formas de control social y manipulación sobre los sectores más vulnerables.

La casa y el entramado fantasma

El inmueble elegido, ubicado en calle Brasil 679 de CABA, había sido, años atrás, un refugio para adultos mayores. Hoy aparece vinculado a la asociación civil Hermanos Nazareos, de la que poco y nada se sabe más allá de publicaciones inquietantes en internet. En la Inspección General de Justicia, en el Boletín Oficial y en los registros de Personería Jurídica no existe.

La pregunta es obvia y brutal: ¿de quién es realmente esa casa y con qué aval se encerró allí a indigentes durante dos meses?

ICONA: la ONG que no existe

La organización que aparece como responsable se presenta como ICONA (Intercambio y Convergencia para una Nueva Argentina). Tiene una página web prolija, con "agenda" y "proyectos", pero carece de lo esencial: no hay CUIT, no hay autoridades visibles, no hay financiamiento declarado, no hay marco legal alguno. Más bien, da la sensación de haber sido diseñada desde las embajadas del norte de nuestro continente, con un objetivo claro: intervenir en los sectores vulnerables de la Argentina como si fueran un laboratorio social.

Pese a esa inexistencia, desde la Secretaría General de la Presidencia se le entregaron más de 3.000 artículos de primera necesidad y 30 celulares, un lote cuyo valor supera largamente los 200 millones de pesos.

En los papeles, se habla de asistencia solidaria; en la práctica, todo indica que fue una triangulación de fondos para alimentar un experimento oscuro y una posible  defraudación del estado.

La titular: María Oneto

La cara visible de ICONA es María Oneto, quien declaró que el plan consistía en "instalar a personas en situación de calle en una casa durante 60 días". El verbo elegido, "instalar", desnudó la lógica con que se los trató: como si fueran muebles, objetos, cosas. Segun parece la Sra. Oneto era en 2018 la recaudadora de Patricia Bullrich, con un sueldo en ese entonces de mas de un millón docientos.

Oneto no habló de acompañamiento, ni de programas de reinserción, ni de derechos. Habló de instalar pobres. Y eso hicieron: los encerraron, los filmaron, los monitorearon. En el video se la ve a Oneto inclusive hablando de criptomonedas.

Cuando el periodista le respondió que no entendía, ella concluyó: "ya vas a entender". Quizás se refería a esto.

El simulacro en el CCK

El resultado del encierro fue un documental presentado en el Palacio Libertad (ex CCK), con unas 150 personas en el auditorio, la mayoría militantes políticos. Se buscó dar legitimidad a lo que era, en verdad, un experimento degradante.

Hubo luces, pantallas, discursos y sonrisas oficiales. Pero detrás, lo que había eran 20 indigentes encerrados y grabados como ratas de laboratorio.

El dinero que no cierra

El lote de mas de  3000 artículos de primera necesidad -, desde ropa blanca, alimentos hasta colchones, frazadas y teléfonos celulares- fue presentado como aporte a ICONA. Pero al analizar los costos de mercado, el valor de esa entrega supera con creces los 200 millones de pesos declarados.

La sospecha es clara: podría ser una maniobra de sobreprecios y triangulación entre fundaciones amigas para justificar gastos y, a la vez, blanquear dinero bajo el barniz de la asistencia social.

En criollo: lavado de dinero con la pobreza como pantalla.

Preguntas que duelen

Frente a este cuadro, las preguntas son inevitables:

  • ¿Quién autorizó que se encerrara a 20 indigentes durante dos meses en una casa fantasma?
  • ¿Qué Estado entrega más de 200 millones de pesos en bienes a una ONG inexistente?
  • ¿Qué destino tuvieron las filmaciones de esos hombres y mujeres?
  • ¿Por qué aparecen siempre los mismos nombres cuando se trata de fundaciones opacas y triangulación de fondos?

La herida ética

Lo que ocurrió en Constitución no es un "proyecto social innovador". Es un experimento macabro que convierte la miseria en mercancía, quízá para venderlos a los dueños de los algoritmos que manejan el mundo. Es la versión argentina, siglo XXI, de prácticas que creíamos enterradas con los juicios de Núremberg.

Hoy nos toca decirlo en voz alta: en la Argentina de Milei ya no se usan ratas para experimentar, se usan pobres. Y eso nos interpela a todos. Porque si no reaccionamos, terminamos aceptando que la vulnerabilidad extrema sea el laboratorio preferido de la política y los negocios turbios.

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