Pachamama: te invitamos a celebrarla este 1 de agosto
Miles de argentinos recuerdan a la Pachamama. No por folklore. Por necesidad, por memoria, por dignidad. Este 1 de agosto nos encuentra con un Estado que ha decidido emanciparse unilateralmente de su propio pueblo.
Mientras emisarios extranjeros intentan vigilar a nuestras provincias, miles de argentinos recuerdan a la Pachamama. No por folklore. Por necesidad, por memoria, por dignidad.
Este primero de agosto no es uno más. Nos encuentra con un Estado que ha decidido emanciparse unilateralmente de su propio pueblo, desligarse de sus deberes históricos y constitucionales, y dejar a millones de argentinos librados a su suerte. Mientras tanto, desde el Norte llegan señales claras de injerencia colonial.
Y si de honrar a la Madre Tierra se trata, hay canciones que no son sólo melodía, sino rito. "Vientos del alma", interpretada por Mercedes Sosa, es una de ellas. Su voz -que tantas veces fue llamada la voz de la Tierra, la voz de los sin voz, la Pachamama que canta- se convierte en instrumento ceremonial cuando nombra a la naturaleza, al origen, a lo sagrado. Escucharla en este primero de agosto no es un gesto más: es abrir el pecho, volver al barro, al viento y al grito ancestral que nos sigue pariendo. Que este día nos encuentre agradeciendo, cantando, y si es posible, dejando que sea ella, Mercedes, quien nos recuerde de dónde venimos.
¿Cómo se celebra?
Es un ritual colectivo. No es espectáculo. Es vínculo. Es sanación. Es memoria.
El eurocentrismo: la gran maquinaria del olvido
Nos hicieron olvidar este rito. Y no fue casual. El eurocentrismo, esa matriz que nos enseñó que todo lo bueno viene de Europa, nos arrancó las raíces. Nos hizo ver al adobe como pobreza, al monte como atraso, al mate como grasa, al carnaval como barbarie. Nos enseñó a desconfiar de la tierra y a idealizar el cemento.
Nos colonizaron la cabeza antes que el territorio. Cambiaron nuestras palabras por extranjerismos: sale, shopping, black friday. Nos hicieron celebrar Halloween y despreciar la Pachamama.
Nos educaron para desear lo que no somos
Para reírnos de nuestras tradiciones y mirar con admiración lo que viene de afuera, aunque nos destruya.
¿Por qué hoy es más urgente que nunca?
- Porque tenemos un presidente que admira a Margaret Thatcher, la misma que ordenó matar a nuestros pibes en Malvinas.
- Porque el nuevo embajador de EE.UU. vigilará nuestras provincias como un virrey del siglo XXI.
- Porque Cristina está presa mientras los fugadores están libres.
- Porque la tierra está concentrada y vedada para el pueblo.
- Porque la derecha niega el pasado, el presente y el futuro.
Una invitación, no una imposición
No se trata de una moda. No es una campaña. No es marketing espiritual. Este primero de agosto, si lo sentís, hacelo. Abrí un huequito en el patio, en el jardín, en una maceta si no tenés tierra. Poné una copita de vino, unas migas de pan, una flor, un puñado de arroz. Hablale bajito a la tierra. Pedile que nos cuide. Agradecele que seguimos vivos.
No hace falta que te filmen. Ni subirlo a las redes. La Pachamama no necesita testigos. Vos sí necesitás reconectar. Con ella. Con vos. Con el linaje que te trajo hasta acá.
Porque mientras algunos celebran la Derecha Fest, nosotros celebramos la vida que brota de la tierra.
Porque la Pachamama no necesita que creamos en ella. Somos nosotros quienes la necesitamos a ella.
Y porque, al final del día, nosotros habitamos esta tierra. No ella a nosotros.
Para quienes aún creen que la memoria no se archiva. Ni se privatiza. Ni se vende al mejor postor.