Opus Dei: entre la santidad diaria y el silencio del poder
Una mirada sin concesiones al engranaje espiritual más hermético de la Iglesia Católica: el Opus Dei. Nombres, hábitos, controversias y el peso de una institución que prefiere los pasillos internos antes que los púlpitos. Siempre, en silencio.
En el principio fue el deber. En 1928, mientras Europa respiraba un aire espeso entre guerras y restauraciones, un joven sacerdote español -Josemaría Escrivá de Balaguer- dijo haber recibido una inspiración divina: la santidad no debía reservarse al claustro, sino alcanzarse en la vida ordinaria. Así nació el Opus Dei, "la Obra de Dios". No con una visión de altar, sino con una convicción: el trabajo, la familia, el cansancio diario, podían ser caminos hacia lo sagrado.
De movimiento a prelatura: el poder eclesial sin diócesis
Durante décadas, la Obra tejió redes silenciosas, firmes, penetrantes. En 1982, bajo el papado de Juan Pablo II, se convirtió en la primera -y hasta ahora única- prelatura personal de la Iglesia Católica. Eso significa que no depende de un territorio geográfico sino directamente del Papa.
Un obispo propio -el Prelado- gobierna a los fieles adscritos a ella en todo el mundo. En 2025, ese cargo lo ocupa Mons. Fernando Ocáriz Braña, un teólogo sobrio, discípulo de Ratzinger, que repite sin euforia: "Somos Iglesia".
San Josemaría, con algunos universitarios que le siguieron en los primeros años.
Numerarias: obediencia, celibato y trabajo sin salario
Las numerarias del Opus Dei son mujeres que se comprometen al celibato apostólico y dedican su vida al servicio de la organización. Viven en centros del Opus Dei y se encargan de tareas domésticas y de administración, trabajando sin recibir un salario ni contar con seguridad social. Su vida está marcada por la obediencia y la entrega total, sin posibilidad de casarse ni tener hijos.
Argentina: fe, obediencia y denuncias
En Argentina, el Opus Dei tiene centros en varias ciudades, incluida Mendoza. Sin embargo, recientemente, 43 mujeres presentaron una demanda contra el Opus Dei en Argentina, alegando explotación y abusos durante su tiempo como numerarias auxiliares. Estas mujeres afirman haber sido sometidas a trabajos domésticos no remunerados y prácticas de mortificación corporal. El Opus Dei ha negado estas acusaciones, afirmando que la participación fue voluntaria y que se proporcionó la formación prometida.
En Mendoza, discreción y presencia
En Mendoza, el Opus Dei mantiene una presencia discreta pero activa. La Residencia Universitaria Los Portones, ubicada en la ciudad de Mendoza, es uno de los centros más visibles de la organización, ofreciendo alojamiento y formación espiritual a jóvenes varones. Además, la organización cuenta con casas de retiros y centros de formación en la región, donde se llevan a cabo actividades apostólicas y de formación cristiana.
En el Vaticano, sin papas pero con poder
Ningún papa ha sido del Opus Dei. Francisco, como se sabe el reciente fallecido Francisco , era jesuita -y eso ha generado tensiones. El jesuita cuestiona, incomoda. El opusdeísta obedece, organiza. En 2022, Francisco reformó el estatus del Opus Dei: pasó del Dicasterio de Obispos al Dicasterio del Clero. Menor peso político. Menos autonomía.
La Obra, acostumbrada a moverse en despachos y discretas asesorías jurídicas, digirió el golpe sin lágrimas públicas. Como siempre, siguió trabajando. En silencio.
Lo que no se dice pero se ve
La arquitectura del Opus Dei está hecha de rostros que no quieren cámara. Hay rectores de universidades, jueces, empresarios, médicos, periodistas. Todos convencidos de que la santidad se cultiva en el detalle, en el deber cumplido, en la agenda sin manchas.
¿Es una élite espiritual? ¿Una secta dentro de la Iglesia? ¿Una red de poder? ¿Un refugio para almas disciplinadas? Todo eso, quizás. Y algo más: una idea potente, sostenida con fervor, donde la obediencia vale más que la espontaneidad. Donde el silencio no es vacío, sino consigna.
Familia numerosa y clase media alta : ¿una coincidencia?
En Mendoza, como en otras regiones, es común encontrar familias numerosas entre los miembros del Opus Dei. Esta característica no es un mandato explícito de la organización, pero sí refleja una visión de la vida familiar que valora la apertura a la vida y la generosidad en la procreación. Aunque no existe un mandato que exija tener numerosos hijos, la organización alienta a las familias a estar abiertas a la posibilidad de tener una familia numerosa, considerándola como una bendición y un testimonio de fe.
En cuanto al aspecto económico, el Opus Dei no impone requisitos financieros a sus miembros. Sin embargo, es común que muchos de sus miembros pertenezcan a la clase media altos o clase alta, debido a la valorización del trabajo profesional y la excelencia en el desempeño laboral. Esta orientación hacia la profesionalidad y el esfuerzo personal puede conducir a una mejora en la situación económica de sus miembros.
La tendencia a formar familias numerosas y el nivel socioeconómico de muchos miembros del Opus Dei reflejan los valores promovidos por la organización: apertura a la vida, compromiso con la familia y dedicación al trabajo profesional como medios para vivir la fe en la vida cotidiana.