No es Kirchner, es Kerchner

Frente a todos, juntos. Esta tarde pudo verse en el rincón de un patio del bar Blur, de calle Boedo de Luján de Cuyo, muy cerca de lo que fuera el Instituto Próvolo, lugar de vejación de chicas y chicos con discapacidad auditiva,  a dos políticos -en hipótesis- opositores. Martín Kerchner y Lucas Ilardo. Departían… Continúa leyendo No es Kirchner, es Kerchner

Frente a todos, juntos.

Esta tarde pudo verse en el rincón de un patio del bar Blur, de calle Boedo de Luján de Cuyo, muy cerca de lo que fuera el Instituto Próvolo, lugar de vejación de chicas y chicos con discapacidad auditiva,  a dos políticos -en hipótesis- opositores. Martín Kerchner y Lucas Ilardo.

Departían una divertida charla (según puede advertirse por la gestualidad de las imágenes suministradas) Causa algo de extrañeza ver a  Martín Kerchner, aquél frustrado candidato de Cornejo para ocupar la intendencia de Luján de Cuyo, que perdió frente al actual intendente, Sebastián Bragagnolo, tan alegre y distendido, conversando con Ilardo, senador del Frente de Todos.

Las especulaciones son infinitas. Quienes crean que Martín Kerchner, ministro de economía de la gestión que más endeudó en dólares a la provincia de Mendoza, está desocupado, se equivocan. Kerchner es director titular en YPF,  impuesto por el gobierno provincial.

Según pudimos saber, los aportes que puede hacer Martín Kerchner en la reuniones de directorio de la hoy eficiente YPF, no pasan de revolver el café que le ofrecen por cortesía. Pero eso no es motivo para privarlo de cobrar un suculento honorario que, como se sabe, pagamos todos (y todas)

En momentos en los que la coalición de la que forma parte Kerchner rechazó tratar la Ley de Presupuesto nacional; en tiempos de arduo y complejo trabajo de las autoridades del gobierno nacional para resolver el problema de endeudamiento que produjo el gobierno del que Kerchern formó parte, deuda inexplicada y obscena, genera legítimas dudas el encuentro con un referente del Frente de Todos.

El frescor del tenue viento que soplaba no logró atenuar la temperatura que alcanzó el ciudadano de a pie que nos anotició sobre este «discreto» encuentro. Reunión que -sin dudas- no estuvo atravesada por alguna de las muchas preocupaciones que atraviesan dirigentes políticos y en mayor medida, la ciudadanía que padece cuando la política pasa a ser un elemento de cotillón