BANDERA Y VINO DE ARGENTINA

Nahuel Pennisi y Maggie Cullen en una emotiva intervención y un desatino sustantivo

En el aeropuerto Jorge Newbery (Aeroparque) el Fondo Vitivinícola organizó una intervención musical en conmemoración del día de la Bandera, de elevada calidad artística y un error tan recurrente como desafortunado.

El Fondo Vitivinícola organizó un emotivo y creativo homenaje a la Bandera Nacional, en el que sólo faltó la Bandera Argentina

Pasajeros fueron gratamente sorprendidos en Aeroparque, tal como se lo conoce al aeropuerto Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires. La entidad pública Fondo Vitivinícola, organismo que vincula a los distintos actores de la industria vitivinícola y se encarga de aspectos promocionales del Vino Argentino, organizó lo que se denomina "intervención" musical, de gran calidad artística. 

Un Saludo a la Bandera bellísimo, pero banderas adulteradas

En la zona de pre embarque, apareció primero el inconfundible sonido de un violín, hasta que se conformó, delante de viajeros asombrados, el cuarteto de cuerdas integrado por Natalia Cabello, Elizabeth Ridolfi, Karmen Rencsar, María Laura Bertero y dirigidos por Popi Spatocco, para darle soporte instrumental a las voces de Nahuel Pennisi y de Maggie Cullen, que entonaron la canción Saludo a la Bandera, de manera magistral. Antes de subir a las naves y emprender sus vuelos, las y los viajeros disfrutaron de esta intervención musical en vivo, pero con banderitas que no responden a la que se celebraba, hoy.

¿Para qué sirven las banderas?

En otra nota de Diario PORTADA contamos el porqué de esta fecha y celebración portada.com.ar/general/por-que-se-conmemora-dia-de-bandera pero luego de esta "intervención" artística que brindó el Fondo Vitivinícola, nos vemos obligados a preguntarnos si acaso sabemos cual es la importancia de los símbolos. Varios indicios señalan que lo que creíamos obvio, no lo es.

Cuando vemos en este pretendido homenaje que la homenajeada está adulterada y (según el grado de sensibilidad podríamos decir) maltratada, descartamos que haya sido con esa intencionalidad, pero no podemos admitir que todo dé lo mismo. Modificar un símbolo, adulterarlo o ignorarlo es una demostración de desprecio, un disvalor.

¿Tanto escándalo por unas banderitas?

Con tantas celebraciones, principalmente deportivas, en las que aparecen los colores de la enseña nacional, sin respetar las características cromáticas ni las formas, podría sonar exagerado. La cuestión es qué, en este caso, es una institución y además, la acción que llevó a cabo es,  precisamente para homenajear a la Bandera Nacional. Si en verdad desde el Fondo Vitivinícola entienden que la Bandera Nacional es un elemento que promueve la construcción de nuestra identidad y honra a su creador, quien murió hace 204 años, lo único que no deberían permitirse es que en el día de la Bandera Argentina, se muestren banderitas en donde un isologotipo -comercial- reemplace al Sol que contiene la Enseña Patria. Sería como brindar con cerveza artesanal el día del Vino, bebida nacional, aunque mucho más lesivo a nuestros valores patrios.

Saludo al Vino Argentino, bebida nacional

La conformación de identidad requiere de acuerdos y respeto de esos acuerdos. El emblema superior de una nación es su bandera. Modificarla a gusto ocasional, incorporarle imágenes, textos y además, corromper el diseño, no es una licencia graciosa, es una auténtica afrenta. Sabemos que no es una Ceremonia Oficial, de haberlo sido no sólo sería una demostración de desprecio hacia la Identidad Nacional sino, además, una flagrancia, tipificada en nuestro Código Penal (artículo 222). Confiamos en que se trata de un error, grosero, pero error al fin. 

Es la Bandera de la Patria mía

Los atributos de nuestro pabellón no tienen una complejidad como para no replicarla tal cual es. La Bandera Oficial de la Nación tiene sus colores distribuidos en tres fajas horizontales, dos celestes y una blanca en el medio, en cuyo centro exhibe un sol en color oro de treinta y dos rayos flamígeros y rectos alternados, pero conque haya un Sol, amarillo, en vez de un elemento ajeno y comercial, suficiente.

Las mentiras repetidas y los errores frecuentes

Así como la reiteración de una mentira se disfraza de verdad y luego cuesta identificarla, la sucesión de un mismo error, consagra al error en substancia. Si en vez de exhibir nuestra Bandera ¡y en su día!, mostramos como elemento sígnico de nuestra identidad una otra bandera, seremos lo que no somos.

Seguramente desde el Fondo Vitivinícola y desde muchas entidades del sector, no querrán que esta noche, después de que la selección Argentina dispute su primer encuentro de la Copa América, se brinde con caldos chilenos etiquetados bajo el sello de "Vino Argentino, bebida nacional".

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