POLÉMICA

Destino Manso o Dominado: la postal perfecta del silencio

Mendoza, Manso Destino. Así se llama la campaña. Una frase amable, casi tierna. Como si el silencio fuera una forma de virtud. Como si todo estuviera bien cuando no se protesta.

Adrián Characán

Una frase amable, casi tierna. Como si el silencio fuera una forma de virtud. Como si todo estuviera bien cuando no se protesta. El término "manso" viene del latín mansuetus, que significa "acostumbrado a la mano".

Domesticado. El que baja la cabeza. El que aprendió que es mejor callar que incomodar. El que ya no espera que las cosas cambien, pero aplaude igual cuando se las muestran lindas.

La campaña es prolija

Hay drones, hay música envolvente, hay paisajes perfectos y hay también, como frutilla del postre, un jinete sobre un caballo que se alza ante la cámara.

El problema es que el jinete no es un gaucho. No hay chiripá, ni poncho, ni rasgos de nuestra identidad criolla. Hay un vaquero. Un cowboy norteamericano. Sí, la postal del "Manso Destino" nos vende Mendoza... con íconos de Texas.

Así, lejos de enaltecer nuestra cultura o historia, la campaña se desliza hacia el simulacro: un decorado estético donde lo local se disuelve entre clichés importados.

Y ahí vuelve la pregunta:

¿Esto es orgullo mendocino o branding desmemoriado?

Lo mismo ocurrió hace apenas unos días enLuján de Cuyo

El municipio que tanto se esfuerza en homenajear a los héroes de Malvinas, lanzó un taller de inglés ilustrado con una imagen del Big Ben -sí, el reloj más británico del mundo- para invitar a aprender el idioma del imperio que combatió a nuestros soldados.

No está mal aprender inglés. Lo que incomoda es la torpeza simbólica. Porque los pueblos también son sus gestos. Y esos gestos dicen, muchas veces, lo que las palabras callan.

La música elegida para la campaña tampoco fue casual

"Estoy parado sobre la muralla que divide todo lo que fue de lo que será", cantan los Enanitos Verdes. Una banda mendocina, querida, que sin duda jamás pensó esa letra como una forma de dividir al pueblo.

Pero en este contexto, la frase adquiere otra lectura: la división que el gobierno sí desea, la que profundiza, la que reproduce. Ricos, pocos. Pobres, muchos. Parados cada uno de un lado distinto de una muralla cada vez más alta.

Mientras se promociona una provincia "moderna y atractiva", los salarios retroceden veinte años, el transporte sube un 800%, y los derechos conquistados se evaporan sin resistencia.

Se habla de libertad mientras se desfinancia la salud, la educación y el futuro. Y a cada ajuste, se lo cubre con una sonrisa gráfica. Un paisaje lindo. Un eslogan.

La Mendoza que proyecta Alfredo Cornejo -alineado con Javier Milei- es eficiente, funcional, exportable. Pero no es para todos. Es para pocos. Para quienes viven entre viñedos premium, no para quienes los cosechan. Para quienes sobrevuelan en helicóptero, no para quienes esperan el micro. Para quienes tienen asegurado el porvenir, no para quienes ya ni pueden alquilar.

Y no es sólo Milei el faro de este modelo. La vicegobernadora de Cornejo está afiliada a La Libertad Avanza.

Y es conocida, además, por sus exabruptos mediáticos y su negacionismo del genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar. Ese es el tipo de liderazgo que hoy habita los despachos mendocinos. Y también el tipo de olvido que se promueve.

Y ahí está el verdadero "destino domado": una provincia que dejó de preguntarse por qué todo está tan caro, tan injusto, tan desigual. Una sociedad entrenada para aceptar. Para no hacer ruido. Para no complicar.

Para ser "mansa" no como virtud, sino como consecuencia.

Tal vez sea hora de recuperar la incomodidad

De dejar de posar para la selfie oficial. De decir que no todo está bien, aunque el video esté en 4K. Porque un destino que se vende como "manso" es un lugar donde nadie pelea por lo que falta.

Donde nadie grita, ni se anima a cortar una calle, quizás por temor a la represión, por lo que duele. Cornejo criminalizo la protesta , fue implementado durante el primer gobierno en 2018. Su nombre formal es: Ley N.º 9099 - Código Contravencional de la Provincia de Mendoza. Un adelantado a estos tiempos... 

Y donde, tal vez, la única rebeldía que queda... es volver a hablar. A cuestionar. A desobedecer.

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