Luján de Cuyo: preocupación por la calidad del agua y la salud de cientos de familias
Vecinos de Costa Flores, en el distrito de Perdriel, Luján de Cuyo, comenzaron a compartir videos donde el agua que sale de sus canillas tiene una apariencia lechosa, burbujeante
Una imagen vale más que mil palabras, pero a veces una gota basta para disparar una alarma. Luján de Cuyo: preocupación por la calidad del agua y la salud de cientos de familias
Vecinos de Costa Flores, en el distrito de Perdriel, Luján de Cuyo, comenzaron a compartir videos donde el agua que sale de sus canillas tiene una apariencia lechosa, burbujeante, casi como si alguien hubiese querido diluir un secreto. Las imágenes se viralizaron rápidamente y encendieron una señal de alerta: ¿qué está pasando con el agua que consumimos?
En respuesta a estos reclamos, la concejala Paloma Scalco presentó un pedido de informe al Departamento Ejecutivo del Municipio para que brinde explicaciones sobre la situación. En su presentación, advirtió sobre la posibilidad de que el agua esté contaminada, y que dicha situación podría estar vinculada con el incremento de casos de gastroenteritis reportados en la zona.
"Queremos saber si relocalizaron a las familias a un lugar con agua contaminada", expresó Scalco en la última sesión del Concejo Deliberante, en alusión al barrio Viñas de Costa Flores, uno de los lugares a los que la Municipalidad relocalizó familias tras el desmantelamiento del Bajo Luján durante la gestión de Omar De Marchi.
El agua potable, según los organismos nacionales e internacionales, debe ser incolora, inodora e insípida, y no contener agentes patógenos ni elementos químicos tóxicos. Sin embargo, muchas veces estas propiedades no son suficientes para garantizar su inocuidad: existen contaminantes invisibles como el arsénico, plomo, nitratos o bacterias fecales que pueden generar efectos graves en la salud, aún cuando el agua "parezca limpia".
En este caso, la apariencia turbia y el olor reportado por vecinos hacen sospechar de una contaminación evidente. Pero incluso si no existiera ese cambio visual, la alarma seguiría vigente. Lo grave no es solo lo que se ve, sino lo que ni siquiera las autoridades explican.
Según el texto presentado por la edil Scalco:
"Bien mencionó la Concejala que corresponde al Municipio brindar dicha información, atento a que es la empresa Municipal de Aguas la encargada de brindar el servicio en la zona, como también la responsable de garantizar la calidad de dicho servicio. En consonancia con lo manifestado por los vecinos, Scalco señaló la existencia de un incremento inusual de casos de gastroenteritis en la zona, cuya causa probable estaría relacionada con el consumo de agua".
"Uno de los barrios más afectados fue construido hace sólo 5 años, se llama Viñas de Costa Flores, y es uno de los barrios en que entregó la Municipalidad con la relocalización del Bajo Luján en el Gobierno de Omar De Marchi. Al respecto, en la última sesión del Concejo Deliberante, la edil expresó: ‘queremos saber si relocalizaron a las familias a un lugar con agua contaminada'".
"Cabe mencionar que se ha hablado mucho respecto a la contaminación en la subcuenca El Carrizal, uno de los acuíferos más importantes del oasis norte, pero la realidad es que ninguna autoridad ni Municipal, ni Provincial ni siquiera la empresa han dado algún tipo de explicación de lo que está pasando con el agua en la zona, mientras tanto los vecinos siguen tomando el agua con vaya a saber uno qué".
En una provincia donde los recursos hídricos son tan valiosos como escasos, el silencio de las autoridades duele más que el mal gusto del agua. La salud pública no puede depender de un video viral ni de una denuncia aislada. Se necesita transparencia, controles independientes y respuestas urgentes.
La incertidumbre no se bebe. Se padece.