LITERATURA RECOMENDADA

"Estamos bastante bien", una novela que refleja el desarraigo íntimo

Alejandro Canito Frías nos aproxima a la novela de Francesco Spiedo "Estamos bastante bien". Una historia que pone en relieve las grandes diferencias de dos ciudades no tan lejanas entre sí: Nápoles y Milán.

Alejandro Frías
Alejandro "Canito" Frías es escritor, crítico literario, editor. Periodista Cultural. Autor de "El Gol con la mano del Chueco" (cuento 2023); "Serie B" (cuentos 2024) y "Barro de domingo", novela escrita junto a Daniel Fermani.

Alejandro "Canito" Frías, crítico literario y periodista, propone la lectura de "Estamos bastante bien" novela de Francesco Spiedo, napolitano de 32 años, que refleja el desarraigo íntimo. Ese viaje que nos transporta lejos de nosotros mismos

Francesco Spiedo. Escritor, ingeniero napolitano de 32 años. Autor de Estamos bastante bien. Editorial Partículas

"Estamos bastante bien", la vida de un joven entre dos mundos

La novela del italiano Francesco Spiedo nos lleva a la intimidad de un personaje que se enfrenta a sí mismo tras mudarse de Nápoles a Milán.

"Me fui porque quería olvidar, pero no pude. Podría haber encontrado algo bueno, pero lo perdí casi todo", reflexiona Andrea, un joven napolitano que, después de una ruptura amorosa, se muda a Milán intentando dejar todo atrás, pero, como tiene que suceder, sus orígenes lo tendrán imposibilitado del arraigo.

"Estamos bastante bien" (editorial Partícula), del italiano Francesco Spiedo, es una novela que, desde la voz de un profesor de matemática que busca encontrarse consigo mismo, nos lleva a la intimidad de un personaje que se enfrenta a un mundo hostil, a pesar de su capacidad innata para relacionarse con la gente.

Entre la adaptación a su nuevo lugar de residencia y los lazos que desde Nápoles no terminan de soltarlo, Andrea ejerce, por ejemplo, de portero, de empleado en un supermercado, de mozo, mientras va creando relaciones que no dejan tácitamente de recordarle que es del sur, en un norte que lo enfrenta con una ciudad, un modelo en extremo distante de su pueblo.

Su madre, su expareja, sus amigos desde Nápoles, así como sus jefes, sus compañeros, sus vecinos, el bar y sus habitués en Milán, conforman la telaraña en la que Andrea se encuentra atrapado, y siempre funciona como válvula de escape su observación y análisis del entorno desde los números y las matemáticas. "Uno más uno es igual a 11", concluye Andrea, en un análisis que se prolonga a lo largo de las páginas sobre el sistema binario.

El ritmo y el tono de "Estamos bastante bien", el ritmo y el tono del derrotero y de las reflexiones de Andrea nos recuerdan a los de Hans, aquel también introspectivo personaje de Heinrich Böll en "Opiniones de un payaso", aquella novela publicada hace más de sesenta años pero que, al igual que la de Spiedo, no pierden vigencia cuando el principal conflicto del personaje es con su presente.

Y respecto de esta edición de la joven editorial Partícula hay que destacar algo que hace que, como lectores en lengua castellana, nos hace sentir más próximos al personaje: la traducción.

A cargo de Trilce Ifantidis y Gala Amarilla, el lenguaje de esta edición nos hace comprender en profundidad el conflicto entre los sociolectos que entran en colisión entre el protagonista y los distintos personajes con los que se va encontrando. La fortaleza de esto también está en la estructura del discurso de Andrea, que tiene la plasticidad de nuestra lengua cotidiana.

"Si pudiera derribar los edificios, coleccionaría atardeceres planos en horizontes largos; en lugar de eso, me pongo de puntillas para, al menos, trepar por encima de las mil cabezas de la multitud y robar una puesta de sol vertical", se detiene a pensar Andrea en medio de Milán, en una frase que sirve como síntesis de la búsqueda del personaje de "Estamos bastante bien", de Francesco Scola, sin dudas, de lo mejor que nos ha llegado en estos tiempos desde Europa.

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