DESIDIA MUNICIPAL
Guaymallén: la cloaca no discrimina. Agua de la miseria
Los videos son brutales. Pesadas tapas metálicas que saltan por la presión. Un río de aguas negras que invade las calles de Villanueva sin pedir permiso. El hedor es permanente. El riesgo sanitario, evidente. Y la desidia, institucionalizada.
Pero si hay algo que, al menos en esto, Guaymallén garantiza es equidad. Porque la misma postal que se ve en Villanueva se repite, sin matices, en Corralitos. En calle San Juan, en 2 de Mayo, donde los vecinos hace años conviven con cloacas colapsadas y líquidos servidos rebalsando en plena vía pública. Lo mismo da si es zona urbana o más rural, si es cerca del Hilton o en los márgenes. A todos por igual, los abandona.
Y mientras las cuadrillas de AySAM juegan a apagar incendios sin obras de fondo, las calles de uno de los departamentos más importantes de Mendoza se hunden -literal y metafóricamente- bajo las aguas servidas.