"Fuera de Cuadro" estrena en el Teatro Cajamarca
Se estrena en Mendoza este espectáculo que reúne un abanico de dinámicas escénicas en una historia muy singular.
Fuera de Cuadro cuenta la historia de Evangelina, Carmen, Ana y Patricia, que se sienten en un constante fuera de lugar. Una sensación de extranjería que desea dar con un rumbo que le dé sentido a la vida, para cultivar vínculos, para disfrutar relaciones, para ser consciente del viaje que desembocará en esta fiesta donde todos estamos "de colados".
En un desencuentro repentino, Fabián y Evangelina se separan, dejando un vacío donde los demás personajes irán encadenándose a esta historia de psicología, viajes, amoríos y una extraña sensación de incomodidad.
En esta puesta el director busca dar la impresión de que vivimos como muñecos que danzamos en soledad, que existe una cuenta regresiva que avanza hacia momentos que tal vez pueden encontrarnos felices o simplemente dejarnos atrapados en un tiempo y en múltiples espacios.
Las funciones se llevarán a cabo el viernes 28 de junio y viernes 5 de julio a las 21.30hs en la Sala Cajamarca. España 1767. Ciudad de Mendoza. Las entradas se venden anticipadas al WhatsApp 2614605625 y en Boletería del
Sobre el elenco
En este trabajo, el grupo Camino de Monos, se abre a otra clase de texto, permitiéndose ampliar la invitación a un público que gusta de la escritura del autor porteño, Javier Daulte. En esta ocasión se invita a las excelentes actrices Noelia Videla, Dámaris Gamboa y Aldana Postizi; y también sumamos al ascendente actor Fernando Cosmi. Claudia Polo y Maximiliano Correa, integrantes de Camino de Monos, completan el
Hace unos meses se comenzó con el montaje de esta obra, donde se activó todos los recursos posibles, para lograr una muy buena propuesta escénica. Esta es una historia dinámica, profunda, simpática y con toques de humor. El juego es el principal motor de esta creación para contar los cruces y los pormenores de los personajes que se encuentran perdidos en sus propias vidas.
La suma creativa de Walter Guasco junto a Jeremias Verdier, y la colaboración precisa de Emiliano Politino como asistente de dirección, abre finalmente a la placentera tarea de hacer teatro. La obra busca ser del agrado de público y que alimente profundamente la mística del arte.