La diletante política exterior de Milei fue develada por Petro, el presidente de Colombia
El gobierno de Milei ha desgonzado la política exterior de la Argentina y en la Cumbre del G 20, la delegación del país hizo gala de sus contradicciones y de un histrionismo que no colabora en la articulación de acuerdos beneficiosos
El presidente Gustavo Petro, señala que el gobierno de Milei escondió una confrontación verbal que hubo entre ambos
Tal como puede verse y escucharse en el video que replicamos en esta nota, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, denuncia que desde la Delegación Argentina, ocultaron el documento que revela la pelea verbal que los enfrentó con Javier Milei debido a la visión anacrónica que expuso el mandatario argentino en una de sus exposiciones
¿Por qué escamotean información?
Los insultos y exabruptos de Javier Milei contra Gustavo Petro no son nuevos. Antes de asumir en la Casa Rosada, el hacedor de La Libertad Avanza, trató de guerrillero asesino a quien había asumido poco tiempo atrás la presidencia de Colombia. Petro, tanto como Milei, fue elegido legal y legítimamente presidente, en este caso, de un otro socio importante de Argentina: Colombia. En la Cumbre del G20, en la exposición de Milei sobre aspectos referentes a la tecnología, a la Inteligencia Artificial y sobre las TIC, Petro salió al cruce y desbarató la insolvencia del libertario. De ese material, como quien exponía era Argentina, sólo tiene arbitrio la delegación exponente. A decir de Petro, prefirieron ocultarla ante los Organismos y ante el público. Otra demostración de las inconsistencias en materia de política exterior de la gestión mileista
Olvidable papel de Argentina en el G 20 de Río de Janeiro
En metrópolis carioca fue el escenario de la Cumbre del G20, evento clave para la cooperación económica global. Argentina, liderada por el presidente Javier Milei, tuvo una participación polémica, marcada por un discurso crítico hacia algunos de los principales ejes propuestos y la firma parcial del documento final. Analistas internacionales infieren que, esa posición rayana en el absurdo es lo que convierte al presidente argentino en una figura inevitable y que es su manera de penetrar las agendas.
La postura de Milei: críticas y adhesiones
El presidente argentino planteó una fuerte oposición a puntos clave de la declaración conjunta. Entre los aspectos más destacados, Milei rechazó la implementación de la Agenda 2030, calificándola como una amenaza a las libertades individuales y la propiedad privada. Según comunicados oficiales, Argentina también expresó su desacuerdo con la regulación de la libertad de expresión en redes sociales, el gravamen a las grandes fortunas y medidas consideradas como "discriminación positiva" en políticas de género. Sin embargo, para fortalecer las especulaciones que se trata de un "espectáculo" de efímero alcance, evitó obstaculizar el consenso general del G20, firmando la declaración con salvedades explícitas sobre estos puntos1012.
Desconcertante y desafinados
Por otro lado, en un gesto que contrastó con su retórica habitual, Argentina se unió a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa promovida por Brasil y respaldada por 148 países, organizaciones internacionales y entidades filantrópicas. Este paso -desde las miradas diplomáticas- fue interpretado como una búsqueda de equilibrio entre su postura ideológica y la necesidad de cooperación internacional, no carente de contradicción que, en más de una ocasión, consiguió irritar el humor de algunos mandatarios11.
Encuentros bilaterales y acuerdos
En el marco de la Cumbre, Milei sostuvo reuniones con varios líderes internacionales, incluyendo a quienes alguna vez también denostó, como al presidente de la República Popular China, Xi Jinping, y al anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva. Las conversaciones con Xi Jinping, que vuelven a desnudar la endeblez discursiva y la absurda narrativa de Milei , en lo concreto, reforzaron la relación entre Argentina y China, un socio clave en términos comerciales e infraestructura. Las diferencias ideológicas con Lula se hicieron evidentes, especialmente respecto a políticas redistributivas y de sostenibilidad económica, aunque al final, Argentina adhirió al Proyecto impulsado por el Presidente Lula
Trata pero no alcanza
En términos de tratados, Argentina destacó la importancia de preservar su autonomía frente a organismos internacionales y promover acuerdos bilaterales que prioricen los intereses del país. Aunque no se anunciaron acuerdos concretos durante la Cumbre, se subrayó la necesidad de potenciar las relaciones comerciales con potencias como India y Japón1012.
La agenda económica y ambiental
El G20 de Río estuvo marcado por debates sobre cambio climático, un tema que generó tensiones en la delegación argentina. Milei, quien ha cuestionado el concepto de calentamiento global, pidió un enfoque que no implique imposiciones económicas a países en desarrollo. Su postura contrastó con la narrativa de otras potencias, como la Unión Europea, que abogaron por medidas más firmes para reducir emisiones.
Por otra parte, Argentina insistió en la necesidad de desregular la economía global para facilitar el comercio y la inversión. Milei sostuvo que el libre mercado es la clave para combatir la pobreza y garantizar el crecimiento económico sostenible12. Un modelo discursivo más apto para el inicio de la década de 1950 que para el hoy
Reflexiones sobre el G20
La participación argentina en el G20 reflejó una riesgosa oscilación, que se devanea entre la crítica ideológica y la necesidad de mantenerse activo en la cooperación multilateral. Si bien la delegación mostró una posición combativa en ciertos temas, como la Agenda 2030, también buscó fortalecer lazos estratégicos y sumarse a iniciativas globales en áreas sensibles como la lucha contra la pobreza.
Este enfoque, que generó tanto elogios como críticas en el ámbito internacional, marcó la primera gran incursión de Javier Milei en el escenario global desde su llegada al poder en Argentina. La cumbre dejó traslucir las inconsistencias del camino elegido por el país para su vinculación con los diferentes bloques, con sus vecinos, con sus socios y con el resto del Mundo, que atraviesa situaciones tan lábiles que es imprudente no definir sin pasiones anacrónicas la vinculación de Argentina con el resto de las Naciones