salarios

El salario mínimo vital y móvil cayó un 28% durante el gobierno de Javier Milei

Un estudio de la UBA indica que la caída del salario mínimo vital y móvil, se debe a la fuerte suba de la inflación y el alza de tarifas.

El Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, indicó que el gobierno de Javier Milei redujo el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) un 28%, todo a partir de su programa de licuación de ingresos y los ajustes selectivos hacia los jubilados y pensionados.

La pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo comenzó en diciembre de 2023 cuando se contrajo un 15% de la mano de la aceleración inflacionaria, seguido por una caída aún mayor, del 17%, en enero de este año.

"Esta tendencia se interrumpió momentáneamente en los meses siguientes, período durante el cual el incremento nominal acompañó la inflación por lo cual no se observaron reducciones adicionales", indicó el trabajo firmado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria.

El estudio indica, además, que en términos reales, el salario mínimo se ubica en valores inferiores al del 2001.

Asimismo, implica una erosión de casi 60% respecto del valor máximo de la serie, en septiembre de 2011, puede leerse en el documento del área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) perteneciente al IIEP.

Mientras que en junio se produjo una nueva caída del 4,4%, seguida por cierta recuperación en julio (4,3%) y por reducciones consecutivas en los tres meses siguientes.

Durante octubre de este año, el salario mínimo, vital y móvil mostró un nuevo deterioro del 1,3.

Trabajadores asalariados

El estudio también profundiza sobre el número de trabajadores asalariados del sistema laboral local, que se mantiene estable a pesar de la caída del poder de compra de sus ingresos.

En agosto -último dato disponible- casi 10.124 mil personas eran trabajadores asalariados registrados en la seguridad social, tanto en los sectores público, privado y en casas particulares, de acuerdo a los datos desestacionalizados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Desde enero hasta julio, las caídas mensuales del empleo asalariado formal presentaron una tendencia decreciente y en agosto el número de ocupados formales se mantuvo prácticamente sin cambios con respecto al mes anterior lo que, en términos absolutos, implicó un leve aumento de casi 1.600 trabajadores.

La dinámica contractiva desde octubre de 2023 acumuló hasta julio diez meses de caídas consecutivas.

Alrededor del 33% de esta caída se produjo entre diciembre de 2023 y enero de 2024, cuando se perdieron cerca de 74 mil posiciones formales asalariadas (-0,7%).

Las caídas de los meses siguientes continuaron siendo significativas, pero disminuyendo su intensidad.

La contracción fue de 0,3% en febrero y marzo, 0,2% en abril, mayo y junio, 0,1% en julio para finalmente mantenerse sin cambios en agosto.

Esta evolución descendente ubica al número de asalariados formales en un valor similar al observado en noviembre de 2022 y es inferior a todos los valores mensuales de 2023.

El informe fue coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria, y elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL), perteneciente al Instituto Interdisciplinario de Economía Política.

Esta nota habla de: