ENTREVISTA

Dead Sabbath: tributo argentino a la oscuridad fundacional del rock

Dicen que los dioses del rock nunca mueren. Pero entre esos extremos, todavía hay quienes resisten. Dead Sabbath, banda tributo a Black Sabbath, se presentará en Foxy Live, Mendoza, y se planta con guitarras afiladas y convicciones crudas, sin maquillajes ni poses, en un país que a veces parece haber olvidado de dónde viene la distorsión.

Adrián Characán

Desde Mendoza y Quilmes, estos cuatro músicos reviven una mística que no envejece. En esta entrevista de Diario PORTADA aseguran que vivimos en la era del entretenimiento y el rock quedó relegado. La banda tributo a Black Sabbath dará un show en Mendoza el 24 de mayo. Las entradas pueden adquirirse por EntradaWeb.

Dead Sabbath, metal con brillo argentino

Algunos dicen que los dioses del rock nunca mueren. Otros, más escépticos, aseguran que lo que no se vende, desaparece. Pero entre esos extremos, todavía hay quienes resisten. Dead Sabbath, banda tributo a Black Sabbath, se planta con guitarras afiladas y convicciones crudas, sin maquillajes ni poses, en un país que a veces parece haber olvidado de dónde viene la distorsión. 

DP: ¿Quiénes son ustedes cuando se apagan los amplificadores?

La respuesta llega sin vueltas. En la voz, Kike Jofré (45), mendocino.

En guitarra, Juan Martín Álvarez, apenas 21 años y desde Quilmes.

En la batería, Gastón González (40), también de Mendoza.

Y en el bajo, Diego Álvarez, 40 años, de Quilmes. "Gastón y yo somos amigos y compañeros de varios proyectos desde hace más de siete años", cuenta Diego, que también es tío de Juan Martín. "Solo esperábamos que cumpliera la mayoría de edad para sumarlo. Kike se ofrecía como cantante en redes, y así lo conocimos". Ensayan ocho horas semanales. La dedicación no es un hobby, es una fe.

DP: ¿Cómo nace este tributo, fue planeado o se impuso solo?

"Siempre escuchamos Black Sabbath y nos preguntábamos por qué nadie le rendía homenaje... Empezamos como una excusa para tocar y divertirnos. Al mes, ya estábamos construyendo nuestro propio estudio de grabación. Así que decidimos hacerlo seriamente".

DP: ¿Y el nombre, por qué Dead Sabbath?

A veces el destino se escribe con tinta de barrio. Diego recuerda a "El Muerto", un personaje de Quilmes, cuarentón, pálido, un zombie metalero que le mostró Sabbath a los 12 años. "En broma lo llamábamos ‘el Dead Sabbath'. En su honor, y por hacernos conocer esta banda, elegimos ese nombre".

DP: ¿Recuerdan el primer show?

"Fue en una fiesta privada. Nadie esperaba una banda tributo a Sabbath. Al principio el público estaba desconfiado, pero al segundo tema todos saltaban y movían la cabeza. Ahí entendimos la fuerza de estas canciones. Desde ese día grabamos cada ensayo, buscando mejorar".

DP: ¿Dónde han tocado últimamente?

"Desde el último show en Room lo hacemos más profesionalmente. Nos enfocamos en la experiencia del público. Por ahora quedan tres fechas en Mendoza y luego saldremos a otros lugares. Pero vamos a ir lejos... "

DP: ¿Qué representa Black Sabbath para ustedes?

"Es un grito de libertad frente a una sociedad que acepta sin cuestionar. Es la oportunidad de burlarse de lo prohibido".

DP: ¿Y Ozzy?

"El Príncipe de las Tinieblas. Una fuente de inspiración. Rompió el molde y marcó el camino. Aunque sea controvertido, nadie puede negar su legado".

Ozzy Osbourne, músico y compositor británico, reconocido por haber sido el cantante de la banda de heavy metal Black Sabbath y contar con una extensa carrera como solista.

DP: ¿Cómo ven la escena mendocina?

"La escena, como en el mundo, atraviesa tiempos difíciles. Vivimos en la era del entretenimiento y el rock quedó relegado. Parte de la culpa es nuestra: los músicos. Hoy ya no hay productores que apuesten, que busquen talento. Pero el público mendocino es fabuloso. A quienes lo llaman difícil, les diría que se esfuercen un poco más en ofrecer calidad".

DP: ¿Y el panorama nacional?

"El metal es de culto y está bien que así sea. No puede ser masivo algo tan complejo en armonía y mensaje. El rock tuvo su fama, bajó, y hoy es un clásico. Como el tango o la música clásica. Nunca desaparecerá, pero encontró su lugar".

DP: ¿Qué opinan del reggaetón y su masividad?

"No es culpa de la música el comportamiento de las personas. La música refleja la sociedad, no al revés. El reggaetón no es una evolución ni una involución. Es otra expresión. No nos gusta, pero no es un enemigo. Habrá que ver qué queda de él en veinte años. Como toda música juvenil, existe también para molestar a los mayores".

DP: ¿Qué los mantiene fieles al sonido Sabbath?

"Es musical y también una postura de vida. El metal nos mostró la luz. Crudo y pesado nos parece el reggaetón, no el metal. Este estilo exige años de cocción. La distorsión a veces distorsiona la realidad".

DP: ¿Cómo explicarían a Black Sabbath a alguien que no lo conoce?

"Hay que entender la Inglaterra obrera de los 60. Sabbath, con otros gigantes, le dio voz a los marginados. Rompió con la música elitista. Demostró que la clase obrera podía tocar sin academia. Hoy, en sus conciertos, hay tres generaciones en el público. Nuestro guitarrista tiene 21 y es tan fan como nosotros. Su música todavía sorprende a quien la escucha por primera vez. Lo que mueve al metal, lo inventó Sabbath".

DP: ¿Qué lugar tiene el teclado en el sonido Sabbath?

"En temas como Sabra Cadabra, Rick Wakeman aportó una dimensión experimental, atmosférica. Pero nosotros elegimos mostrar el Sabbath original: cuatro músicos sonando a toda potencia. Nada más. Nada menos".

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