industricidio en la era Milei

Crisis en la industria del calzado por la apertura de importaciones

En los últimos meses hubo fábricas cerradas, reducción de producción y más de 500 personas que se quedaron sin su fuente laboral.

Desde que avanzó el gobierno de Javier Milei se produjeron crisis en varias industrias, como la del sector hotelero que pierde 10 empleos diarios, también podemos nombrar el hundimiento de la actividad metalúrgica, o por ejemplo, la industria textil que atraviesa su peor momento desde que asumió el gobierno libertario.

Por el mismo camino de industricidio, se encuentra la industria del calzado afronta un durísimo momento y que en los últimos meses ya se vieron fábricas cerradas, reducción de producción y más de 500 personas que se quedaron sin su fuente laboral.

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El camino de la crisis

Solo en dos meses se puede ver cómo se encuentra la industria del calzado.

Por ejemplo, la conocida marca Topper despidió a 23 empelados en Tucumán cuando volvían de sus vacaciones. Ya el año pasado la empresa había despedido a 120 operarios y frenado su producción por sobrante de stock.

"En el marco de un mercado cada vez más competitivo y desafiante, Topper Argentina debió readecuar sus esquemas de producción para acompañar la demanda del primer semestre 2025. En este sentido, hemos disminuido el plantel de la fábrica en 23 operarios", afirmaron desde la empresa.

A principios de año, la histórica fábrica de calzado DASS, ubicada en Coronel Suárez, cerró definitivamente en enero y dejó sin trabajo a más de 400 familias.

También los telegramas llegaron cuando estaban de vacaciones.

Agustín Amicone, titular de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra), señaló que la crisis en el sector se debe al incremento de las importaciones y a la disminución del consumo.

Según Amicone, la apertura comercial llevó a que empresas como Adidas, principal cliente de DASS, prefieran importar calzado a menor costo en lugar de producirlo localmente.

La empresa Bicontinentar de Chivilcoy despidió a 130 trabajadores y continuar con la producción con un plantel de sólo 40 operarios. Señalaron que el motivo fue la baja abrupta de pedidos por parte de los clientes durante el último año.

La empresa intentó producir una marca propia de calzados llamada "By Chivilcoy" pero no alcanzó para palear la crisis.

"En medio de una caída del poder adquisitivo de los consumidores sin precedentes y en un momento de alta retracción del consumo masivo, salimos al mercado, porque la otra alternativa era cerrar definitivamente nuestras operaciones", explicaron desde la empresa.

"La situación es preocupante, la caída de la producción en el sector es del 15%, las ventas disminuyeron 20% y las importaciones de calzado terminado crecieron 50%. Sumado a la diferencia de precios con productos que vienen de Oriente y la presión tributaria que sigue siendo muy alta para la producción nacional", lamentó Horacio Moschetto, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC).

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