Incapaz o corrupto, únicas posibilidades y ambas exigen juicio político
La promoción que hizo el presidente Javier Milei sobre una criptomoneda y su arrepentimiento posterior, luego de que se estafara a miles de personas, exige la intervención de los otros dos poderes, el legislativo y el judicial, para iniciar juicio político, aunque insulte y amenace
Incapaz o corrupto, únicas posibilidades y ambas exigen juicio político. La recomendación del presidente Milei sobre una criptomoneda, de nula seriedad, sin controles de la Comisión Nacional de Valores, creada 24 horas antes, que estafó a miles de personas en el Mundo, merece de inmediato el pedido de remoción del cargo.
Negligencia o maldad
La comisión de un crimen puede estar originada por diversos móviles y justificada por distintos motivos, pero cuando se comprueba el daño proferido, sea por negligencia o por malvada voluntad, de todas maneras, debe ser juzgado y luego sancionado según lo previsto por los códigos. La negligencia -torpeza, incapacidad, ausencia de destreza- tiene penas menores que cuando se trata de un acto volitivo, calculado, planificado, pero en ambos casos, lo que debe exigir la justicia es que cese la posibilidad de continuar cometiendo daños. Lo que ocurre y ocurrió específicamente este viernes, debido a la acción directa e intencional del Presidente de la República Argentina instando a invertir en una opción financiera de cripto monedas, tiene suficiente rigor como para pedir su destitución.
Provocar pérdidas o producir ganancias, igual constituye delito
Si acaso alguien ignora de qué se trata lo que titulan como "escándalo" cuando en realidad se trata de un delito tipificado en el Código Penal, resumimos. El viernes 14 de febrero, el presidente Milei en su cuenta de X (ex twitter) envía un mensaje ensalzando y recomendando invertir en una pseudo cripto moneda, o memocoin, tal su denominación en la jerga. Más allá de que se trató de una estafa, la Ley 25188 de Ética en el ejercicio de la Función Pública establece en la sustitución del artículo 265 del Código Penal: Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua, el funcionario público que, directamente, por persona interpuesta o por acto simulado, se interesare en miras de un beneficio propio o de un tercero, en cualquier contrato u operación en que intervenga en razón de su cargo.
Milei, abierta y directamente promovió que invirtieran en esa moneda digital, aduciendo que iban a financiar proyectos que beneficiarían al país, desde el ámbito privado. Borró ese mensaje a las horas y lo sustituyó por uno que, como se dice jurídica y coloquialmente: "a confesión de parte, relevo de prueba", aunque, también hay pruebas.
Argentina hackeada
Un hecho inédito. Un presidente publicita una actividad específica, privada. Un caso único: la promociona y a las escasas horas se pronuncia con un frase tan contundente que la Justicia ya debería haber actuado. Dijo luego del mensaje promocionando a $LIBRA, y a propósito de que en todo el Mundo bursátil y financiero destacaron el rol que pudo tener Milei en la estafa, dijo: "No estaba interiorizado de los pormenores" como si eso pudiera eximirlo de su responsabilidad como Primer Mandatario de una república.
Anomia con perfume de anarquía, tras una fiebre totalitaria
El soslayo del cumplimiento de la Ley es grave. El avasallamiento sistemático sobre derechos individuales es inaugural en la Democracia de Argentina. Se ignoran derechos adquiridos e inclusive, derechos de propiedad. Los funcionarios atropellan a la ciudadanía, avalados por decretos inconstitucionales. Se ve anulado el principio de la presunción de inocencia. Se descartan acuerdos previos. Se demoniza a la cultura. Se denosta a colectivos de minorías. Argentina va mudando de la anomia a la anarquía, luego de un proceso como el actual que tiene rasgos clásicos del totalitarismo.
Ambidiestros
Quienes insisten en distinguir con las modernas categorizaciones "izquierdas" y "derechas" se ven invalidados de juzgar el gobierno de Milei. Toda la construcción social basada en el liberalismo, está atacada, malversada y prácticamente anulada. Luego, estas violaciones flagrantes a la legislación nacional por parte de las máximas autoridades transforma un gobierno que llegó legítimamente por los mecanismos que ofrece la democracia, en un totalitarismo indiscutible.
Bullrich jura por Dios promesas incumplibles mientras pone preso a un vendedor de talco pédico, confundiendo el producto con cocaína.
El Ministerio de Capital Humano deja vencer alimentos para demostrar su incapacidad de logística.
En los desbastadores incendios de la Patagonia aprehenden a brigadistas y a quienes trabajan para sofocarlo. El presidente echa a una funcionaria -que antes nadie supo que había sido nombrada- por su relación parental con el ex ministro de economía que hasta ayer elogiaba pero cuando éste le advirtió que estaba errando el camino, transformó su alabanza superlativa en insulto de igual intensidad.
El escarmiento de Milei a su admirado Cavallo fue cesantear a la hija, más despótico no se consigue.
La propia medicina
En muchos medios destacaron que "la oposición" pide avanzar en un juicio político, por este último dislate indisimulable del presidente. Aunque hayan tomado la iniciativa miembros de los distintos partidos de la oposición, no es una prerrogativa de "la oposición", y mal está en consignarlo de ese modo. Este acontecimiento no responde a una iniciativa política sustentada por ideología. Esto es violar la Ley. Así hubiesen ganado fortunas quienes invirtieron en $LIBRA, el delito es idéntico. Que además hayan sido estafados, sólo destaca la impericia total de quien dice de sí mismo ser merecedor del Nobel de Economía (premio que además, no existe y hemos explicado en varias ocasiones). La responsabilidad de los medios de comunicación es señalar este delito, poner en evidencia los porqué un Presidente está inhibido de hacer tamaña campaña en favor de un privado. Decirlo ahora no es tomar "partido" en contra de Milei, sino en favor de una Nación institucionalmente sana. De una democracia solvente. De una República de verdad. Ya no circula el Buenos Aires Herald para que algún periodista extranjero sea quien denuncia delitos de lesa humanidad. Es contundente que la indulgencia y la complicidad de muchos medios para corroer al sistema democrático sólo trajo muertes, torturas y desapariciones.
El que las hace ¿las paga?
Obedeciendo el axioma tan referenciado por Bullrich y ratificado por varios del gabinete de La Libertad Avanza llegó el tiempo de pagar lo que se hace mal. Ya sin la complicidad de Kueider para avanzar con una ley que deshizo cientos de leyes largamente consensuadas; con el patrimonio extraordinario de Ritondo más expuesto; con la torpe y lesiva política de seguridad interior; con la inoportuna gestión en materia de defensa nacional y con la mirada internacional puesta sobre la incapacidad o corrupción del presidente Milei, se gastaron las excusas para dilucidar si el presidente es inepto o corrupto, o quizá ambos calificativos puedan convivir en un mismo personaje. Es momento de que "las ratas inmundas de la casta política" (como calificó Milei a quienes expusieron la situación inaceptable del presidente), los roedores del otro poder, el Judicial, pero también los dirigentes empresarios, sindicales, lideres sociales, académicos, religiosos y económicos (econochantas incluidos) actúen conforme a la ley y rescaten a la Argentina de este hackeo absurdo, destructivo y peligroso
Dentro de la ley, todo. Adelante.