Salud

Cómo cuidar la piel y evitar las enfermedades que aparecen con el otoño

Con el cambio de estación, la piel puede sufrir las modificaciones del entorno. Hidratación, alimentación saludable y algunos productos específicos ayudan a mantenerla espléndida.

Con la llegada del otoño se produce el fenómeno natural -y esperable- de la disminución de las horas de luz natural, situación que se acentúa conforme nos acercamos al invierno. Esta realidad tiene múltiples impactos sobre la salud de las personas y una muy común es que comienzan a aparecer patologías relacionadas con la piel.

Se trata de cuadros como la "piel rosácea" o el agravamiento del acné para quienes lo padecen. Las dermatitis atópicas están también a la orden día, sobre todo en los más pequeños y las personas con psoriasis deben soportar la intensificación de los síntomas a esta altura del año.

Debido a esto, es necesario tener presente algunas recomendaciones para cuidar la piel y prepararla para la época más fría del año.

¿Cómo cuidar la piel?

La piel no solo se ve beneficiada por las acciones que se lleven a nivel tópico, sino que necesita un cuidado global ya que se trata del órgano más grande del cuerpo. Además de la hidratación externa a través del empleo de cremas específicas, la piel debe contar con el agua necesaria de forma orgánica, lo que hace más que necesario consumir líquido de forma regular.

Por otro lado, la alimentación adecuada ayuda a proteger este órgano vital y multifuncional. En oposición, la ingesta de comida ultra procesada y el exceso de azúcar alteran el equilibrio natural entre la piel y el medio ambiente, derivando en distintas patologías.

¿Qué grupos de vitaminas benefician a la piel?

La piel necesita distintos nutrientes para mantener óptimas todas sus propiedades y funciones. Entre ellos, las vitaminas ocupan un lugar preponderante a la hora de conservar este órgano en su mejor versión.

Vitamina E

Según National Institute of Health, la vitamina E es un nutriente liposoluble presente en muchos alimentos. En el cuerpo actúa como antioxidante al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres -compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía-.

La vitamina E está de forma natural en muchos alimentos. También puede encontrarse en determinadas comidas fortificadas, y para obtener las cantidades recomendadas de esta vitamina hay que tener una dieta con los siguientes elementos:

  • Los aceites vegetales, por ejemplo los aceites de germen de trigo, girasol y cártamo. Los aceites de maíz y soja también aportan vitamina E.
  • Los frutos secos, por ejemplo maní, avellanas, nuez y almendras. La semilla de girasol y otras similares también se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina E.
  • Las hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli.
  • Entre los alimentos enriquecidos con vitamina E pueden citarse a los jugos de fruta, margarinas y productos para untar.

Vitaminas B

Los alimentos que más la contienen son las verduras de hoja verde, la levadura y el hígado. Las vitaminas B son las siguientes:

  • B1 (tiamina)
  • B2 (riboflavina)
  • B3 (niacina)
  • B5 (ácido pantoténico)
  • B6
  • B7 (biotina)
  • B12
  • Ácido fólico

Ácidos grasos omega 3

Según National Institutes of Health, los ácidos grasos omega-3 se encuentran en alimentos como el pescado y la linaza, y en suplementos dietéticos como el aceite de pescado.

Los tres ácidos grasos omega-3 principales son el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). El ALA se encuentra principalmente en aceites vegetales como el de linaza, de soja y de canola. Los DHA y los EPA se encuentran en el pescado y los mariscos.

El ALA es un ácido graso esencial, es decir, que el organismo no lo produce por lo que hay que obtenerlo a partir de los alimentos y de las bebidas que se consume. El organismo puede convertir algo del ALA en EPA y luego en DHA, pero solamente en cantidades muy pequeñas. Por lo tanto, la única manera práctica de aumentar las concentraciones de estos ácidos grasos omega-3 en el organismo es a partir de los EPA y DHA de los alimentos (y de los suplementos dietéticos).

¿Qué alimentos aportan omega-3?

Los omega-3 se encuentran de forma natural o agregada en algunos de los siguientes alimentos:

  • Pescado y mariscos (en especial, pescados grasos de agua fría, como salmón, caballa, atún, arenques, y sardinas)
  • Nueces y semillas (como semillas de linaza, de chía y nueces negras)
  • Aceites de plantas (como aceite de linaza, aceite de soja y aceite de canola)
  • Alimentos fortificados (como ciertas marcas de huevos, yogurt, jugos, leche, bebidas de soja y fórmula infantil).

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