VIOLENCIA DE GÉNERO

Angustia en los familiares de la mujer que denunció a los rugbiers franceses

Gente muy próxima a la mujer que denunció por abuso a los dos jugadores de rugby de la Selección de Francia, expresan su preocupación por su fragilidad psíquica y emocional. Quiso atentar contra su vida

El padre, el hermano y amigas de la mujer que denunció a los rugbiers franceses, angustiados por un intento de auto lesión

En una dramática carta, la mujer que denunció a los rugbiers de la Selección de Francia, insinuó la decisión que estuvo por tomar y en la misiva expone los por qué.

Pericias 

La denunciante de los (presuntos) abusadores, fue sometida a las pericias psíquicas de rigor pero no pudo presentarse a la del último viernes, precisamente porque no se encontraba en condiciones de salud aptas. Este martes iban a proseguir, pero presentaron un escrito para eximirla, debido al último suceso, en el que sus allegados manifiestan que quiso atentar contra su vida.

El texto de puño y letra

En la misiva que encontraron sus familiares, puede advertirse el estado de fragilidad que presenta la mujer, y en los conceptos, manifiesta la defraudación que experimenta frente a "la Justicia". De padre y hermano abogados, es obvio que no ignora el rol que debe cumplir la administración de justicia, y denota cómo se destrata a la "mujer" en situaciones críticas, y cual es la manera de llevar adelante un proceso según quienes sean los implicados. Cuando actúan figuras de enorme cercanía con el "poder", el cuidado sobre la (presunta) víctima, desaparece.

¿Nosotros, también?

Así como hay premura en condenar a algunos (aunque no exista ni un atisbo de prueba, excepto una delación) en este caso, ha habido una extraña devoción por parte de buena parte de colegas en "anticipar un fallo" para eximir de culpa y cargo a los jóvenes galos, y de este modo, insinuar que la denuncia es una fábula.

Algo no funciona, y debería

Una doble vara vuelve a poner en el escenario de la Justicia y de los Medios que somos todos iguales, pero algunos son más iguales que otros. La perspicacia periodística para revelar sólo uno de 23 audios, sesgo para gestionar una mirada sancionatoria contra la propia denunciante, responde a la connivencia del poder con la hipotética "independencia" periodística y a la ausencia de apego por las propias normas y procesos. Un tema que también debería "preocupar" a las autoridades del Ministerio Público Fiscal. Que se "filtre" un audio, y se utilice para develar un dato que debió ser celosamente guardado, es además de improcedente, repugnante.

Cuestión de género

A quienes abordan desde el periodismo el género "judiciales", les debe sorprender las ostensibles diferencias que existen en los procesos. La celeridad que se le ha impreso a este caso, que tiene como imputados a los deportistas profesionales franceses, frente a cientos de casos, imputados por delitos de similar alcance e inclusive más leves, permite inferir que no se cumplen los objetivos primarios de la administración de justicia. Para demasiados no impera el principio de inocencia, y para algunos pocos, los beneficios se dictan con una velocidad envidiable.

Personas, no metáforas

Un caso reciente que tuvo como protagonistas a dos jóvenes, pero ni franceses ni deportistas profesionales, demandó una prisión preventiva de tres años. Sí, el máximo admitido para esa condición. Fueron absueltos por el beneficio de la duda, sin embargo, los tres años, estuvieron privados de su libertad y no precisamente en una vivienda confortable, sino adentro del penal. Y el número de personas que están en la penitenciaría esperando por la resolución de sus causas, abruman. La comprobación de denuncias falsas, asusta. La arbitrariedad: impera.

Cuidado

El caso de los rugbiers franceses imputados, revela aspectos a considerar. La primera actuación desde el Ministerio fue elogiable por impedir que salieran del país. La aparición del hermano del ministro de Justicia de la Nación, como representante de los imputados, aunque sin poder ejercerlo oficialmente, produjo un giro, no abstracto sino concreto. Consiguió el beneficio de la prisión domiciliaria, aunque ninguno de los imputados tuviese un domicilio real en Mendoza, a escasos días de estar detenidos, sin la intervención de un juez. De inmediato circuló una foto en donde se ve a sus dos defendidos -imputados por violencia sexual- sonrientes junto a Rafael Cúneo Libarona. Esto no reviste ninguna infracción, claro, pero sí haber provisto el apellido de la víctima (presunta) de abuso sexual, tal como hizo ante el periodismo. Y ahí, además de infringir la Ley 26.485 que con meridiana claridad indica que la víctima (presunta) denunciante, tiene derecho a preservar su identidad, demostró cómo opera el poder, sin miramientos ni cuidados, más allá de la condición de quien denunció abuso sexual y que ahora atraviesa una crisis impar.

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