Mal educados, o mal aprendidos

Cuando nacés pobre estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema

por Marín Tula

Hace tan sólo unos días, la Cámara de Diputados aceptó el veto del presidente sobre el presupuesto universitario. Esta vez no fueron los ochenta y siete héroes que fueron premiados con un rico asado a la Quinta de Olivos, esta vez fue el bloque del Pro quien por orden de su presidente Mauricio Macri terminó avalando el veto, evidenciando esta posición en la red social X sosteniendo

 "En el debate televisivo sobre la universidad, quedó claro que la UBA enfrenta una crisis de transparencia; desde 2015 no ha presentado ni una sola factura. Lo cierto es que acá no se está discutiendo la autonomía universitaria. Tampoco se está cuestionando el acceso a la universidad ni su funcionamiento "

El mensaje completo: x.com/mauriciomacri/status/1842928466368344228?ref_src=twsrc%5Etfw

Dos posturas

Esta discusión está atravesada por dos realidades bien concretas: el déficit fiscal que ve el gobierno y el desfinanciamiento de las universidades que señala la oposición. Ambos puntos serían valorables si viviéramos en otro país que no fuera Argentina

Los destinos de los recursos

El presidente señala que el gasto del 0,14% del Producto Bruto Interno (PBI), alrededor de unos 780.000 millones de pesos, podría tirar por la borda el terreno ganado a la inflación y también pidió que quienes presentaban el proyecto de financiamiento explicaran de dónde sacarían esos fondos. Esta postura, que carece de consenso, suena más a la posición de una monarquía absoluta que a una democracia. La preocupación del ejecutivo no es igual con otros presupuestos, por ejemplo el ministerio que conduce el flamante ministro Manuel Adorni, 300 millones mensuales con cien personas bajo su órbita, siete direcciones nacionales, catorce direcciones simples y dieciséis coordinaciones

Incomunicación pública

También se suma el manejo de la TV Pública, Radio Nacional y siete empresas más del Estado nacional qué se suman al manejo que tiene Adorni. Con estos datos surgen varios interrogantes: ¿De dónde sale el recorte para financiar esto? ¿Es necesario tanta gente trabajando o tanto presupuesto mensual? ¿Estos gastos están auditados?

Preguntas simples que el poder ejecutivo hace en algunos ámbitos del Estado exigiendo respuestas y soluciones pero que omite en otros de igual relevancia e impacto.

Pero como dice el dicho, siempre hay un roto para un descosido, aparece la oposición que esta vez se abroquela en radicales (no todos) peronistas (no todos) e izquierda y algún que otro bloque suelto que ve en esta ley como oportunidad de negocio, ya sea para su provincia (que sería lo más razonable) o para sí mismo a la hora de negociar su voto

Tarde

La oposición se acordó durante este gobierno de las universidades y de los escasos recursos asignados. Fue la misma oposición que no desplegó tal énfasis durante el gobierno de Alberto Fernández, que ya en el año 2022 había proyectado un recorte en el presupuesto universitario del 15,5% para el año siguiente (2023) y que en 2020 (pandemia) había realizado un recorte del 15,6%, teniendo como triste récord los dos recortes más importantes en el presupuesto de los últimos once años

No es el dinero, estúpidos

Viendo estos datos y dejando de lado el justo reclamo de docentes y estudiantes, ¿Nos estamos dando cuenta de que esta no es una discusión de presupuesto y de gestión?, esta es lisa y llanamente una discusión política y de poder. Como siempre la población está quedando de rehén.

Por un lado, el presidente te dice: "La universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de la clase alta, los ricos y la clase media alta", por otro lado, Cristina Kirchner te dice: "Es el ascenso de las clases sociales".  Títulos discursivos mentirosos porque ambos están alejados de la realidad que viven los argentinos, y esto se demuestra con datos:

El último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) señala que dos de cada tres estudiantes de universidades públicas pertenecen al decil 1-6 según EPH. Esto significa que el 48% de los estudiantes de universidades públicas están por debajo de la línea de pobreza.

La pobreza, esa compañera inseparable 

Sumado a que desde el retorno de la democracia, la pobreza estuvo por encima del 20% (exceptuando el segundo año de presidencia de Alfonsín que estuvo cerca del 14%) llegando a picos del 62%, cuando Duhalde en su interinato después de la huida de La Alianza, le dejó el gobierno a Néstor Kirchner en 2003

El conocimiento, arma y escudo para progresar

Entre muchas frases que nos dejó el ya desaparecido economista Tomás Bulat rescato una en particular que resume el porque para cualquier pueblo es importante el tener las herramientas para poder estudiar. "Cuando nacés pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud" Este acto se vuelve imposible en un país donde la educación se volvió una discusión política y de cajas llenas de demagogias y populismo.

La Argentina que soñaron Sarmiento, Sáenz Peña y Bulat, y nuestras madres con "mi hijo el dotor" hoy sigue siendo un sueño de esperanzas y anhelos